La nueva terminal duplicará la capacidad de El Prat, que acogerá a 50 millones de pasajeros

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, afirmó ayer que el aeropuerto de El Prat duplicará su capacidad en 2008, cuando entre en servicio la nueva terminal que se está construyendo, y elevará la cifra potencial de usuarios a "más de 50 millones" anuales. Hasta el día de ayer, AENA siempre había fijado en 40 millones el número de pasajeros que podrán gestionar las instalaciones de El Prat una vez acabe la ampliación. En un comunicado distribuido ayer por el ministerio que preside Álvarez se consideró alcanzables incluso los 55 millones de pasajeros al año.

El año pasado el aeropuerto contabilizó 27 millones de usuarios. La ministra explicó que la oferta de slots (permisos de vuelo) se verá incrementada en un 70% con la entrada en servicio de la nueva terminal. Esto permitirá ampliar el número de compañías que operarán en Barcelona, así como los orígenes y destinos de los vuelos y sus frecuencias. A la pregunta de cómo se ha conseguido elevar en 15 millones de usuarios la capacidad del aeropuerto con el mismo proyecto de ampliación, Álvarez respondió que la nueva cantidad ha surgido de los cálculos sobre las posibilidades de la futura terminal. También remitió a los estudios que se están realizando para evitar referirse a qué tipo de configuración de pistas deberá establecerse para lograr tal número de operaciones. Esta es la máxima preocupación de vecinos de Gavà y Castelldefels, que temen que el futuro orden que se fije para las operaciones afecte a su calidad de vida ante el riesgo de que los aviones vuelvan a sobrevolar sus viviendas.

Siguiendo un acuerdo con los ayuntamientos de estos municipios, Fomento ha invertido 11 millones de euros en construir vías de rodadura para que los aviones puedan despegar a partir de octubre por la tercera pista sin entorpecer al resto de operaciones. Las aeronaves realizarán un giro hacia el mar y esquivarán el sobrevuelo de los núcleos habitados. Pero esta maniobra sólo se realizará hasta la puesta en marcha de la nueva terminal, cuando se modificará la configuración del aeropuerto para lograr su máximo rendimiento.

Las obras de la nueva terminal concluirán a finales de 2007. A continuación, se llevarán a cabo pruebas en su funcionamiento que se prolongarán entre seis y ocho meses. La titular de Fomento explica que la terminal no entrará en servicio hasta que todo esté probado para evitar incidencias similares a las ocurridas en la T-4 de Barajas. Tal como reiteró, la ampliación de la capacidad del aeropuerto con la nueva terminal será mayor que la registrada en Madrid. No obstante, de acuerdo con las previsiones, las obras actualmente en marcha sólo darán una respuesta adecuada a la demanda hasta el año 2020. "Es preciso decidir a 15 años vista" cómo deben ser las futuras instalaciones aeroportuarias, dijo la ministra, algo que se está estudiando en estos momentos.

Álvarez cifró en 3.000 millones de euros la inversión realizada en el aeropuerto de Barcelona, "el 60% más que en la legislatura anterior", precisó.