López Obrador llama a la protesta a sus seguidores
El candidato de la izquierda en las elecciones mexicanas reúne a unos 250.000 seguidores en un mitin de la capital
Cientos de miles de seguidores del candidato izquierdista a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, asistieron anoche en la plaza del Zócalo, la principal de la capital mexicana, a un mitin para exigir el recuento de unos votos que dan la victoria, por un estrecho margen, a su oponente, el conservador Felipe Calderón. Unas 250.000 personas (400.000, según la organización) abarrotaron la plaza y sus alrededores para escuchar a López Obrador, que convocó, a partir del próximo miércoles, una gran marcha nacional por la democracia, que salga desde todos los distritos electorales del país hacia Ciudad de México, así como movilizaciones en todo el país. El candidato izquierdista denunció además el fraude y la guerra sucia de la campaña.
El jefe de la misión observadora electoral de la UE avala la limpieza de los comicios
De esta forma, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de López Obrador emprende esta semana, bajo la atenta mirada de la comunidad internacional y con opiniones enfrentadas de los expertos sobre el alcance de la impugnación de los resultados electorales por presuntas irregularidades, la batalla legal para certificar o invalidar la victoria de Calderón (PAN) en los comicios presidenciales del 2 de julio pasado. La justicia electoral tendrá dos meses para examinar las reclamaciones que comenzará a presentar hoy López Obrador, que perdió por 244.000 sufragios. El debate se centra ahora en si el Tribunal Electoral ordenará un nuevo recuento voto a voto, como reclama el candidato perdedor.
El PRD, eje de la coalición de izquierda Por el Bien de Todos, ha dejado clara su voluntad de judicializar las elecciones en un proceso que podría aplazar la proclamación del presidente hasta el 6 de septiembre. Las objeciones se presentarán ante los 300 consejos de distrito, que aún tienen en su poder las actas de la votación, y aquellos a su vez remitirán toda la documentación a la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral, integrado por siete magistrados.
La ley permite presentar tantos juicios de inconformidad (impugnaciones) como consejos de distritos hay, es decir, hasta 300, pero es poco precisa a la hora de autorizar la apertura de los paquetes sellados para un nuevo recuento voto a voto en caso de impugnación.
Una a una, el Tribunal Electoral examinará las alegaciones, que deben ir acompañadas de documentación escrita y gráfica. En este proceso el tribunal puede ordenar que se vuelvan a contar los votos si considera que hay razones para ello, como que las urnas estén abiertas o muestren claras huellas de haber sido manipuladas.
El jefe de la Misión de Observación Electoral de la UE, el español José Ignacio Salafranca, del Partido Popular, avaló la limpieza de los comicios, aunque matizó que ante la impugnación del PRD sería bueno hacer un nuevo recuento. "Ojalá que la ley hubiese permitido el cómputo voto por voto, porque yo creo que eso nos hubiese hecho salir de muchas incertidumbres que pesan sobre el proceso", señaló Salafranca
Antes del 31 de agosto, los siete magistrados del Tribunal Electoral tendrán que haber resuelto todas las impugnaciones y proceder al recuento definitivo de la elección presidencial. En los días siguientes, realizará el acto formal de expedir la declaración de validez y constancia del presidente electo, cuyo plazo expira el 6 de septiembre. Hasta entonces, México no tendrá legalmente presidente electo.
La reclamación del PRD de un nuevo cómputo voto a voto ha provocado opiniones a favor y en contra. A la cabeza de quienes rechazan la petición está el ganador de los comicios, Felipe Calderón, que reitera que dicho recuento ya se llevó a cabo por los funcionarios electorales designados por sorteo entre vecinos, y ante representantes de los partidos políticos.
Lorenzo Córdoba, coordinador del área de Derecho electoral de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y ex asesor del anterior presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), sostiene que jurídicamente podrían abrirse todos los paquetes para contar de nuevo los sufragios, sin que ello significara la anulación de las elecciones, aunque el Tribunal Electoral suele ser muy reacio a tal medida. Para anular una elección tienen que producirse irregularidades muy graves, como intervención del Ejército o desvío de recursos públicos a favor de un candidato. "No se puede contemplar tales hipótesis en estas elecciones que, en mi opinión, no son anulables", precisa el experto de la UNAM.
El PRD, a través del alcalde electo de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, ha asegurado que no pretende la anulación general de todos los comicios. Fuentes del Tribunal Electoral han advertido que la apertura de todos los paquetes electorales con presuntas irregularidades es "políticamente entendible, pero jurídicamente es difícil que prospere". En las elecciones presidenciales del año 2000, el PRD impugnó únicamente dos mesas electorales (en Tlaxcala y Puebla). Los magistrados anularon 430 votos que se restaron del cómputo total de los comicios, que ganó Vicente Fox, cuya calificación fue prácticamente de trámite.
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