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Reportaje:Alemania 2006 | Italia-Francia

"Un tímido con personalidad"

Los ex entrenadores de Zidane destacan su autoexigencia, su carácter en los terrenos de juego y su aversión a la popularidad

Del barrio marsellés de La Castellane al paseo de la Castellana, en Madrid. Todo el mundo cuenta las horas que faltan para la final del Mundial de Alemania. Zinedine Zidane (Marsella, 1972) se despide. Será el epílogo del libro escrito por un gran futbolista, el último acto de su obra, la ultima nota de la melodía.

Procedente del Juventus, Zidane se convirtió en 2001 en el jugador más caro de la historia al ser traspasado al Real Madrid por 78 millones de euros. Meses después, el 25 de mayo de 2002, este francés de origen argelino dejó para el recuerdo una de las estampas más bellas del fútbol. En la final de la Liga de Campeones, frente al Bayer Leverkusen, recogió un balón del cielo de Glasgow y, con un solo gesto, resumió la esencia de este deporte. "Fue un gol que quedará por siempre en el recuerdo", dice Vicente del Bosque, su entrenador entre 2001 y 2003.

"Con el caché y la fama que tenía, otro habría sido un espectáculo fuera del campo", dice Camacho
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Los inicios de Zidane en el Madrid, sin embargo, no fueron fáciles. Del Bosque lo recuerda así: "El día de su debut, en Valencia, perdimos por 1-0. Estaba muy angustiado. Entre las patadas que le dio Albelda y la derrota, se mostraba cabizbajo en el vestuario. Sabía la ilusión que su fichaje había generado y sentía su responsabilidad".

Ese sentido de la responsabilidad es uno de los factores a los que el técnico salmantino atribuye los éxitos del francés: "Zidane es un hombre tremendamente exigente, consigo y con los demás.Era una persona tímida, es cierto, pero era una timidez que atraía, una timidez con una gran personalidad".

Persona cabal, equilibrada y sensata, según sus entrenadores y compañeros, Zizou se mostró siempre discreto, al margen de los focos. "La popularidad era lo que peor llevaba", continúa Del Bosque; "era muy vergonzoso".

Ésa es, sin embargo, una de las facetas que destaca José Antonio Camacho del internacional francés: "Lo más importante en la carrera de Zidane ha sido que nunca se ha preocupado de lo que pasaba fuera de los terrenos de juego. Todo lo que hacía lo hacía dentro del campo. Con el caché y la fama que tenía, otro habría sido un espectáculo fuera del campo".

Camacho, que tuvo a Zidane en sus filas durante aquel septiembre fugaz de 2004, también se refiere a la falta de liderazgo de la que se ha acusadi a Zinedine en Madrid. "Es normal que ocurra en jugadores que han pasado por varios equipos. Así, no puedes ejercer de líder, y menos en un club como el Madrid. Por eso su papel en la selección francesa es distinto. Ha jugado toda la vida allí y él es la referencia en ese equipo", sentencia el técnico de Cieza.

Mariano García Remón, entrenador del Madrid tras la marcha de Camacho, también se refiere a la profesionalidad del jugador: "Era muy fácil trabajar con él, entendía las necesidades del equipo". Pero lo que más llamó la atención de García Remón fue el carácter del jugador: "Es una persona reservada, que no da muestras de sus alegrías ni de sus penas. Pero en el campo se transforma. Allí es donde demuestra su carácter. De hecho, aquellas jugadas en las que a veces lo expulsaban solían deberse a que se veía superado por el contrario".

El último entrenador de Zidane, al margen de Raymond Doménech en la selección francesa, ha sido Juan Ramón López Caro. Su mala temporada en el Madrid ha sido una de las causas esgrimidas en la retirada del astro francés. López Caro se defiende. "Las razones de su retirada sólo le competen a él. A mí no me pilló por sorpresa. Me comentó hace tiempo que ésta sería su última temporada", recuerda el nuevo entrenador del Levante antes de pasar a enaltecer, con su habitual tono litúrgico, las virtudes personales de Zidane: "Es una lástima que vaya a retirarse porque es un hombre con muchísimos valores éticos. Es una persona admirable, muy educada y respetuosa. Con todo lo que ha conseguido, sigue siendo muy humilde. Y ése es un valor fundamental para poder caminar en esta vida con la conciencia tranquila". Que así sea.

Zidane, pensativo sobre el césped.
Zidane, pensativo sobre el césped.EFE

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