Un libro muestra la fascinación de los héroes y las leyendas de la épica y la lírica medievales
Antonio Rivero Taravillo explora el ciclo artúrico y otros mitos en 'Los siglos de la luz'
Antonio Rivero Taravillo (Melilla, 1963) ha publicado recientemente Los siglos de la luz en la editorial cordobesa Berenice. Rivero se adentra con este ensayo en un universo fascinante que, todavía hoy, sigue concitando interés: el de los héroes y leyendas de la épica y la lírica medievales. El autor, que reside en Sevilla, no comulga con los que reducen la Edad Media a una época oscura marcada por la barbarie, la incultura, la enfermedad y el fanatismo. Por el contrario, Rivero explora este periodo con la pasión del descubridor de tesoros que van desde el ciclo artúrico hasta la poesía céltica.
Rivero, que cursó Filología Inglesa en la Universidad de Sevilla y amplió estudios en la de Edimburgo, lleva de la mano al lector por los caminos que atravesó Roldán, los bosques mágicos de Merlín y los horizontes que custodiaban la poderosa fuerza espiritual del Grial. Al leer el libro se evoca el arte de los bardos galeses y la poesía imperecedera de la epopeya Beowulf.
Rivero se confiesa espectador apasionado de obras maestras del cine centrado en la Edad Media, como El señor de la guerra, de Franklin Schaffner, o Excalibur, de John Boorman. Sus imágenes son otra buena guía para comprender unos comportamientos que continúan latentes en el hombre de hoy.
"He escrito este libro por la pasión que siempre me ha despertado la literatura medieval. Es una literatura que guarda muchos tesoros. Las facultades universitarias españolas ofrecen una visión muy parcial. Pasan de puntillas o no pasan sobre la épica y la lírica célticas y germánicas. He querido poner al alcance de otros lectores lo que he ido descubriendo por mi cuenta", comenta el autor de Los siglos de la luz.
"Me ocupo de la literatura del siglo VI y en adelante. En Irlanda y Gales hay auténticos tesoros que son desconocidos. Son literaturas con héroes y arquetipos que fructifican en literaturas posteriores, como la artúrica", señala Rivero.
La épica y la lírica medievales tienen, a su juicio, un papel relevante en la historia de la cultura occidental. "Por ejemplo, la literatura céltica de Irlanda es muy interesante. Allí no hubo realmente Edad Media. Hasta bien entrado el siglo VIII hubo pervivencias de una sociedad muy semejante a la de la Edad de Hierro. Tenemos, así, héroes muy parecidos a los de las epopeyas indias, como el Maharabata", relata el autor.
"Luego, estos héroes dan forma y colorean a los héroes medievales de caballería. En la literatura céltica antigua encontramos prototipos de lo que será Merlín. Son semillas de personajes literarios que afloran más tarde", comenta Rivero, que también es autor de los poemarios Farewell to Poesy y El árbol de la vida.
Rivero cree que el hombre de hoy sigue nutriéndose de los mitos medievales. "La literatura medieval, en cuanto participa del mito y arquetipo, está siempre presente. No hay ninguna nostalgia en el libro, pero sí busco que se aprecien unos placeres: el asombro ante un tipo de literatura muy fresca que aborda la naturaleza de una forma modernísima. Cuando hablo de las epopeyas, hablo de unos valores que un día tuvieron nuestros más remotos antepasados", afirma Rivero, que es asimismo autor de traducciones de obras de Ezra Pound, Alfred Tennyson, William Shakespeare, Robert Graves y John Keats.
El ciclo artúrico llena todavía de ímpetu y sueños las mentes de millones de personas. Las aventuras del rey Arturo, el mago Merlín, la reina Ginebra y los caballeros de la Tabla Redonda nunca pasan de moda. Cada cierto tiempo vuelven a las pantallas y las librerías.
Gales e Irlanda
"Las aventuras del ciclo artúrico no son un patrimonio de Inglaterra. En Francia fueron muy cultivadas también. Y en países de la periferia de Inglaterra como Gales e Irlanda surgieron esas chispas de las que nace luego el incendio de la literatura artúrica. Esta literatura llega a América con Mark Twain y su libro Un yanqui en la corte del rey Arturo. En el Quijote aparece el mago Merlín. El novelista Álvaro Cunqueiro le da nueva vida al ciclo artúrico en España", dice Rivero.
Las Etimologías de San Isidoro de Sevilla también ocupan un capítulo del libro. Las Etimologías fueron una auténtica enciclopedia en la que San Isidoro compiló de forma sistemática todo el saber de su época. "Las Etimologías llegaron a Irlanda y fueron conocidas y estudiadas muy pronto en la isla. A través de los monjes se preservó en Irlanda muchísima de la sabiduría grecolatina. Los monjes cristianos pusieron por escrito la literatura céltica anterior, que era oral. Les debemos que hayan transcrito grandes ejemplos de esa literatura", concluye Rivero.
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