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Reportaje:

De Dormea a Cataluña

"La familia de Remedios siempre ha vivido humildemente. Nadie podía sospechar que a ellos les podía pasar algo así"

La noticia de que una antigua vecina de la parroquia de Dormea ha sido detenida como sospechosa del asesinato de varias ancianas en Barcelona no ha conseguido alterar la tranquilidad del pueblo coruñés de Boimorto, una localidad eminentemente rural y que se encuentra a unos 60 kilómetros de Santiago de Compostela. Los periodistas que se han acercado a las proximidades de la casa en la que vivían los padres de Remedios S. obtienen sistemáticamente la misma versión: "Son unas personas muy buenas y que siempre han vivido humildemente. Nadie podía sospechar que a ellos les podía pasar algo así".

Los padres de la presunta asesina, Enrique O Fandiño y Dosinda, ya no viven en Dormea, el lugar donde nacieron, pero todos los vecinos a los que se les pregunta cuentan que les conocían y que siguen viéndoles ocasionalmente, cuando pasan por la aldea. Ahora residen en Melide, a unos 10 kilómetros de distancia. Se marcharon hace más de un año. Cuando se pregunta a los vecinos por las razones del traslado, surge la típica nebulosa que impide distinguir la verdad. La mayoría señala que tuvieron que marcharse por no poder afrontar el pago del alquiler, pero hay quien apunta otras razones. El caso es que se marcharon dejando un buen recuerdo en los vecinos que no dejan de alabar su carácter afable.

Ella y la mayoría de sus hermanos abandonaron el pueblo hace ya muchos años
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Sobre Remedios nadie parece saber nada. El caso es que Enrique y Dosinda tuvieron muchos hijos y a todos les resulta muy difícil distinguir a unos de otros. Actualmente solo vive en Dormea una de las hermanas de Remedios y los demás venían habitualmente a visitar a sus padres, pero nadie se atreve a decir abiertamente que conocía a Remedios, ni siquiera de vista. Una de las vecinas, Adelina, señala que su marido sí que ha tratado personalmente a esa mujer que acaba de ver en el telediario de la TVG pero no quiere hablar porque conoce a la familia de O Fandiño y no quiere que puedan malinterpretarse sus palabras. En todo caso, Adelina cuenta que ella nunca ha visto a Remedios ya que ésta no venía últimamente a visitar a sus padres. "Creo que no mantenían muy buenas relaciones", indica. Remedios, como la mayoría de sus hermanos, abandonó Dormea hace ya muchos años. Los padres de Remedios fueron caseiros la mayor parte de su vida. Enrique y Dosinda nunca han tenido casa propia y siempre trabajaron en las faenas del campo o cuidando vacas, como la mayoría de los ancianos que hoy aún viven en el municipio de Boimorto, un enclave con 2.500 habitantes.

Don Jesús, el párroco de Dormea, es una de las personas que mejor conoce a la familia de Remedios Sánchez. Él tampoco recuerda ningún detalle especial sobre la hija de O Fandiño y cree que ella ya no vivía en la aldea cuando él llegó a la parroquia, en 1970. "La familia siempre ha estado muy unida y va a sufrir un duro golpe con la noticia de la detención de una de sus hijas", señala. "Son muy buena gente", insiste el párroco. Puede parecer imposible que nadie recuerde a Remedios en una parroquia que apenas cuenta con un centenar de habitantes pero parte de la explicación reside en la propia geografía gallega, caracterizada por la dispersión de casas y parroquias que convierte en extraños a vecinos que viven a escasa distancia. El propio alcalde de Boimorto, Ignacio Portos, reconoce que todavía no han podido obtener referencias sobre Remedios.

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