Las empresas de autobuses tratan de suplir el cierre del tramo siniestrado
"¿Cómo llego hoy al trabajo?", se dijo ayer por la mañana Mari Carmen Torreira, empleada en la limpieza de oficinas, de 44 años, residente en Torrent y usuaria habitual de la línea 1 del metro. Igual que ella, miles de personas se preguntaron cómo alcanzar la ciudad desde las poblaciones del área metropolitana de Valencia o cómo moverse por su interior sin utilizar una línea que hace ya un par de años rozaba los 1,5 millones de usuarios al año y a la que el accidente del lunes dejó fuera de servicio.
Torreira y otros miles de personas recurrieron al autobús, cuyas compañías de transporte reforzaron los itinerarios para tratar de absorber la demanda. La Empresa Municipal de Transportes (EMT) aumentó la frecuencia de seis líneas de las zonas norte y sur de la ciudad y también de algunos de los municipios limítrofes con Valencia cuya demanda era cubierta principalmente por el metro, como Paterna (55.000 habitantes).
La EMT, sin embargo, carece de rutas hasta Torrent, el quinto municipio valenciano más poblado, con cerca de 75.000 habitantes y de donde procedían muchas de las víctimas del siniestro. La línea la cubre la empresa Fernanbús, normalmente, con ocho autobuses que ayer se convirtieron en 20, según indicó el jefe de tráfico de la compañía. La frecuencia de salida desde la principal estación de metro de Torrent se redujo de 10 minutos a aproximadamente cuatro.
"No lo vuelvo a coger"
La mayoría de los usuarios habituales de la línea 1 de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) que ayer recurrieron al servicio de Fernanbús para ir y volver a Torrent estaban decididos a tomar de nuevo el metro cuando estuviera en funcionamiento. Sobre todo porque realizar el mismo trayecto puede costar más de una hora, dependiendo del tráfico, frente a los escasos 35 minutos que tarda el ferrocarril. Ése era el caso de Andrés Sánchez, funcionario jubilado de 68 años: "Dará un poco de impresión, pero eso se pasa en cuatro días", comentaba mientras el vehículo salía de la ciudad. Pero entre las personas que, sobre las 13.30, formaban una larga fila esperando el autobús camino de Torrent había quien no se lo quería ni plantear. "Yo el metro no lo vuelvo a coger. Conforme esta la curva esa... no lo cojo, me da miedo", decía Paloma Castellanos, de 18 años, también residente en Torrent.
Las líneas reforzadas por la EMT, que ayer puso en marcha un servicio especial para conectar el tanatorio de Valencia, son la 72 (entre San Isidro y la Plaza del Ayuntamiento); la 62 (entre Benimàmet y la calle Colón); la 89 y la 90 (que cubren las grandes avenidas de la Ronda de Tránsitos); y la 1 y la 2, que unen la Estación de Autobuses con el barrio marítimo de la Malva-rosa recorriendo la Gran Vía del Marqués del Turia.
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