"Permisividad nula con el racismo", dice Lissavetzky

Jaime Lissavetzky, Secretario de Estado para el deporte, presentó ayer el proyecto de ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, que "desarrollará una permisividad nula contra los actos racistas o xenófobos en el deporte".

El nuevo proyecto de ley, el segundo promovido por Lissavetzky en los dos años que lleva en el cargo -tras el realizado contra el dopaje, apoyado por unanimidad el jueves en el Congreso-, se discutirá en la Cámara a partir de septiembre y entrará en vigor a principios de 2007, manteniendo el mismo nivel de sanciones económicas (de 150 euros hasta 650.000), pero aumentando las sanciones de acceso a recintos deportivos (hasta cinco años).

Con el nuevo proyecto de ley también se pretende luchar contra los grupos de ultras que "cuentan con webs que ya no es que sean insultos, sino verdaderas amenazas, incluso apropiándose de los emblemas de los clubes, por lo que tendrán sanciones muy graves quienes financien y suministren estos tipo de grupos", explicó el secretario de estado. "Nadie tiene un medidor de racismo, pero hay hechos como los cánticos o gritos simiescos ante los que no podemos taparnos los ojos y tampoco compararnos con otros países. Debemos intentar que la gente vaya con menos miedo a los estadios, por lo que incrementaremos la seguridad en los aledaños de los estadios e incluso en los medios de transporte, algo que hemos incorporado de la legislación inglesa, muy avanzada en estos temas", añadió.

Cierres de los estadios

En relación con los cierres de los estadios de fútbol, que tanto protagonismo cobraron al final de la pasada temporada, Lissavetzky se mostró tajante: "Eso de que el estadio no se cierre finalmente porque no sea reincidente se va a acabar. Cuando se apruebe el proyecto tendrá que haber una adecuación con la federación española de fútbol".

Lissavetzky también se refirió a la situación de los jugadores extranjeros a los que se impide jugar en la Segunda B y la Tercera División del fútbol español. Según el secretario de Estado, hay que "eliminar todas las barreras para que un ciudadano que viva en nuestro país pueda jugar en cualquier club. Cualquier extranjero podrá jugar una competición no profesional".