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Columna
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'Star Wars'

Manuel Rivas

Ahora ya sabemos el contenido de algunas de las breves notas confidenciales de Aznar a Murdoch y su efecto fulgurante en los negocios del magnate. En el incremento de un 80% de beneficios en las cuentas de News Corporation ha sido decisivo el éxito de los filmes El día de mañana, Yo, Robot, y la apabullante Cuestión de pelotas. Títulos todos que tienen un evidente sello del pensador de Quintanilla de Onésimo y de las FAES. Los críticos con Aznar han cometido siempre el error de infravalorarlo. No ha sido así por mi parte. Hay dos momentos históricos en que comprendí, deslumbrado, la dimensión del personaje Aznar. El primero fue en Galicia, durante una degustación para relanzar la ternera gallega, después de la crisis de las vacas locas. Mientras todos los invitados, espoleados por la vigilante mirada de Fraga, trataban de consumir cantidades ingentes de pinchos de ternera, el entonces presidente del Gobierno español y principal invitado en el homenaje a la vaca, apartó indolente la vista de las bandejas cárnicas, levantó el dedo índice y dijo: "¡Una de Coca-Cola!". Así, con dos cojones. En el lenguaje del Tai Chi Chuan, ese tipo de golpe recibe el nombre de patada de loto sencilla. El otro trance fascinante fue una conferencia de prensa en la que el señor Aznar fue preguntado, cuando salieron a la luz las primeras pifias en la guerra, por el verdadero sentido de su presencia en la cumbre de las Azores, donde se anunció la invasión de Irak. En lugar de una respuesta de ardor guerrero, Aznar sorprendió a todos con una poética divagación que parecía inspirada en la Guía de los lugares imaginarios, de Alberto Mandel: "¿Azores? ¿islas? Mire usted, hay muchas islas, islotes, archipiélagos... Están las Británicas, las Canarias, las de los mares del Sur... La isla de los Papahigos de Rabelais...". En este caso, el Tai Chi Chuan habla de un sutil movimiento marcial, uno de los 37, denominado La Linda Señorita trabaja con la lanzadera. ¿Por qué cito el Tai Chi Chuan? Es una de las fuentes de inspiración de Star Wars (La Guerra de las Galaxias), el mayor tesoro de News Corporation. Murdoch ha contratado en realidad a un ser de ficción. Sin saberlo, durante un tiempo tuvimos de presidente a un Skywalker, encargado de resucitar la Nueva Orden Jedi.

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