Vecinos de ocho barrios se oponen al nuevo estadio de fútbol del Valencia

"Rechazamos el proyecto del Valencia sobre el nuevo estadio porque las modificaciones incluidas no afectan a la ubicación del mismo, con la que no estamos de acuerdo", aseguró ayer la presidenta de la federación de vecinos, María José Broseta. La organización exigió una reunión con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en la que se informe sobre el proyecto y donde acudan representantes de todos los afectados.

El presidente del Valencia, Juan Soler, dio a conocer el proyecto elegido para el nuevo estadio del club en la avenida de las Cortes Valencianas el pasado 16 de junio. La nueva ubicación, acordada en un convenio anterior, topó, desde el principio, con la oposición de las asociaciones de vecinos de la zona. Los afectados, concretamente asociaciones vecinales de 8 barrios -Benicalap, Campanar, Ciudada Fallera, Beniferri, Zaidia, Tendentes, Marchalenes y Torrefiel- enviaron ayer, bajo el paraguas de la Federación de Asociaciones de Vecinos, un comunicado en el que reiteran su rechazo al lugar elegido para instalar el estadio. El colectivo también solicita una reunión con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, para que les informe "de primera mano" del contenido del nuevo proyecto. "Nos hemos enterado del plan del Valencia por la prensa, nadie nos ha explicado directa y exactamente en qué consiste", lamentó ayer Broseta. La máxima responsable de la federación recordó las razones en las que se sustenta la oposición vecinal. En primer lugar, criticó el cambio de titularidad del terreno en beneficio de una empresa privada "cuando se debería haber destinado sólo para dotaciones deportivas de uso público". En segundo lugar, se refirió al gran aumento del tráfico en un lugar donde ya se registran colapsos.

El comunicado estuvo motivado por la llamada que el concejal de Deportes, Cristóbal Grau, hizo al presidente de la asociación de Benicalap, Evaristo Muñoz, para informarle sobre la inclusión de un pabellón de uso público, junto al estadio, en el citado proyecto. Grau propuso la celebración de una reunión bilateral, pero Muñoz exigió la presencia de todas las partes afectadas y pidió una confirmación por parte de la concejalía en caso de que esta condición fuera aceptada. Finalmente, y pese a que las asociaciones se prepararon para la cita, el concejal no volvió a ponerse en contacto con el líder vecinal.