Dos herederos y un único trono verdadero

Babilonia está en llamas, la mujer amada ha caído en manos de la furia del peor enemigo y las fuerzas para apaciguar al yo maligno están a punto de agotarse. Así llega el príncipe de Persia a la cuna de su imperio tras resolver los problemas de las entregas anteriores, Las arenas del tiempo y Warrior within. Lejos de poder tomarse un respiro, en la tercera parte deberá esforzarse por luchar mejor y desarrollar nuevas habilidades para recuperar el control del país.

Si rectificar es de sabios, en Ubi Studios son unos eruditos. La primera entrega no tuvo mucho éxito porque la apariencia del protagonista resultó infantil, según una encuesta de la compañía; pues en la segunda se creó un príncipe más oscuro. Luego se centraron demasiado en la acción trepidante y también generó quejas, con lo que en la tercera, por fin, se ha llegado a un equilibrio casi perfecto entre las escenas de lucha y las de resolución de puzzles.

No son rompecabezas al uso; de lo que se trata, recogiendo fielmente el testigo de los títulos originales, es de llegar de un punto a otro realizando todo tipo de acrobacias: agarrarse a salientes, trepar por columnas, andar por las paredes, balancearse entre cuerdas, suspenderse entre dos muros, colgarse de repisas y un largo repertorio de movimientos que hay que ejecutar de forma precisa siguiendo los pasos que marca el guión.

Las secuencias de combate se han trasladado hacia la vertiente del sigilo, empleando una nueva modalidad llamada "muerte rápida", consistente en la pulsación correcta de botones para matar, sin ser visto, de una forma espectacular. Las arenas del tiempo que permiten ir hacia atrás en los acontecimientos en caso de fallar en un intento, mantienen su utilidad.

Hay que destacar el doblaje al castellano, especialmente el de la narradora, que, conjuntamente con el buen acabado de la localización, da como resultado un producto del más alto nivel. Visualmente poco más se puede pedir a la actual generación de consolas: buenos y grandes escenarios dinámicos, efectos de partículas bastante realistas y variadas texturas. Muy buena despedida del príncipe, ya que el próximo capítulo será en alta definición.