Luis se la juega con el capitán
La selección española afrontará el partido contra Francia con Raúl y Cesc en la alineación titular y Senna y Luis García en el banquillo
Anunció Luis Aragonés que ante Francia comenzará la auténtica Copa del Mundo y ayer mismo dio al partido un trato distinto a los de la fase de clasificación. No es que se entrenara de forma diferente ni que el técnico cambiara los conceptos y el dibujo del equipo, sino que practicó con una alineación que contempla la titularidad de Cesc, por Senna, y, sobre todo, de Raúl por Luis García. A la hora de la verdad, cuando cada encuentro es definitivo, el seleccionador se la juega con el capitán en una decisión a la que le han llevado tanto los acontecimientos como su propio plan.
Desde la suplencia, Raúl ha competido muy bien en los partidos precedentes con Villa y Luis García, dos jugadores intermitentes, especialmente el delantero del Liverpool, futbolista revoltoso y goleador que hace fácil las cosas difíciles y al que, por el contrario, le cuesta participar de la normalidad. Y, a día de hoy, el equipo español tiene gol y, además, funciona como un Rolls. Necesita un juego de continuidad, de posesión de la pelota, de ritmo sostenido más que de sobresaltos. Ante Francia, no hay que perder el balón y conviene enganchar bien con los puntas.
Huye el técnico de toda especulación incluso en los entrenamientos. Es un libro abierto
La idea es unir las líneas, intercambiar posiciones, tener el cuero y resolver en jugadas de estrategia
Así que Luis piensa que es mejor cambiar los papeles. A Raúl le viene bien la titularidad, por el partido y para su reputación, y Luis García puede resultar un buen revulsivo en caso de necesidad, aunque el seleccionador departió ayer especialmente con Joaquín y Reyes. El extremo verdiblanco está en un punto de forma excelente: abre bien el campo por la banda derecha, entra con profundidad y acostumbra a centrar y pasar mejor que otras veces. Pero, aunque le duela, Luis también le tiene como revulsivo. El papel de Reyes es más indefinido, pero muy interesante para un encuentro como el de Francia porque igual puede actuar de extremo izquierdo que de segundo delantero.
Piensa el técnico que para el choque de mañana pueden ser necesarias un par de variantes tácticas y hasta 14 jugadores. El punto de partida, en cualquier caso, es inequívoco. Quiere que su equipo tenga la pelota y la juegue a una velocidad de vértigo, condiciones que exigen la presencia de centrocampistas que piensen rápidamente y actúen deprisa y con precisión. No había dudas sobre la alineación de Alonso ni de Xavi y sí con el segundo volante. Jugará Cesc porque es el que mejor mezcla con los demás y, sin tener el físico de Senna, es vertical y agresivo.
A sus 19 años, Cesc ha sido ya finalista de la Copa de Europa después de liderar la victoria del Arsenal sobre el Juventus. Le pudo a Vieira en un duelo excelente con el medio francés que piensa repetir en Hannover. Luis dispondrá de tres medios peloteros y dos laterales ofensivos para que España pueda tocar de primera y también atacar a los volantes de Raymond Doménech. Muy fuerte en la columna vertebral, Francia puede tener problemas en los costados, sobre todo si juega con Zidane de centrocampista tirado a la izquierda.
El mensaje del seleccionador en el ensayo fue concluyente. España va a ir a por el partido y a encarar a Francia sin miedo, despreocupada por una estadística que cuenta derrotas en los partidos oficiales. Luis apuesta por un once atrevido y descarado, muy acorde, por otra parte, con la ideología de la selección. "¡Toco, apoyo y me salgo rápido!", repitió en el entrenamiento de ayer, especialmente intenso. La consigna es juntar las líneas, para evitar que el equipo se parta, intercambiar posiciones, atacar y defender con el cuero y resolver en las jugadas de estrategia.
Arriesga Luis con una alineación que, a ojos de los escépticos, suena a liviana para un partido muy fuerte, seguramente decisivo tanto para el seleccionador como para el capitán, finalmente unidos en la cancha y en el campo de entrenamiento, donde ayer intercambiaron opiniones durante un rato. Luis le vino a decir seguramente a Raúl que un capitán puede ser suplente contra Ucrania o Túnez, pero debe ser titular contra Francia. Ahora la palabra la tiene el jugador, que comparece en un duelo de máxima exigencia para que se convierta en héroe o villano, alternativa que sólo asumen los grandes futbolistas, declaración que suena a intimidatoria sin saber si será resultona.
Huye el técnico de cualquier especulación incluso en los entrenamientos. Luis es un libro abierto en la Copa del Mundo y los futbolistas asumen su declaración de intenciones. "Hay que pensar en el equipo y no en los jugadores", opina Luis García. "Hay que estar concentrados porque no hay margen de error en un duelo sin favoritos y que para nada tiene en cuenta lo ocurrido con anterioridad. Gana quien comete menos errores". Pablo certifica: "Hay que cuidar los detalles. Aunque Francia puede explotar en cualquier momento, tenemos buenas vibraciones". Y remacha Cesc: "La selección también ha ganado y jugado muy bien sin mí. Hay competencia y es buena. Mentiría, en cualquier caso, si no dijera que me encanta competir contra jugadores muy conocidos como Makelele, Vieira o Henry, un futbolista estupendo que se batirá con otro muy bueno como Puyol. Francia es la selección más experimentada de todas. Queríamos evitarla, pero ahora que nos ha tocado no queda más remedio que ir a buscarla". Dicen los jugadores de mus que el plan de Luis es un órdago a la grande, toda una sorpresa en una partida que discurría felizmente sin sobresaltos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.