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Columna
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Los 'fabras' del presidente

Cuanto esta madrugada ha llenado de cenizas calles, avenidas y plazas de Alicante, era ayer, esplendor de pasarela. Y el cronista no le pega al trascendentalismo, sólo se limita a constatar unos hechos. Ayer, les fogueres eran lírica, épica, crítica, diversión o política, según el punto de mira: prodigio, para las belleas; ejercicio cumplido, para las comisiones; frustración o laurel, para los constructores; asombro multitudinario; inquietud, para los bomberos; pretexto, para el botellón de los jóvenes; y alfombra roja, para las inconcretas candidaturas municipales, que ya ojean ese tentador pósito de sufragios, que va con soltura de un barrio a otro de la ciudad. Entre la cremà de anoche y la del año próximo, arderán muchas otras cosas: aspiraciones, sondeos, programas, propósitos, promesas. De cuantos a partir de ahora o formalmente de septiembre se suban a las listas, veremos a quiénes indultan las urnas y a qué lugar los destina, si al gobierno o a la oposición. Pero el aire ya huele a pólvora electoral, y Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV, ha sacado pecho y se ha marcado un itinerario de fogueres, mascletás, racós y barracas, bien acompañado de Etelvina Andreu, subdelegada del Gobierno, y firme candidata a la alcaldía de Alicante -habrá que esperar algo más de una semana-; de Leire Pajín, secretaria de Estado de Cooperación Internacional; del senador Antonio García Miralles, presidente de la Gestora; del portavoz del grupo municipal, de Manuel de Barros y de varios ediles del mismo. No pasaron inadvertidos, y por ahí quedan los testimonios gráficos, y cuando menos -lo que no sucedía años atrás- daban la apariencia de unidad en lo local y hasta en lo autonómico. Van a por todas: Carmen Alborch, mañana, en Valencia; Etelvina Andreu, muy pronto, en Alicante, y probablemente Juan María Calles, también subdelegado del Gobierno, en Castellón: qué cabeceras de puente. Sí, le susurran al cronista, pero no te pierdas al sector del PP, que maneja las riendas del Ejecutivo: Todos los fabras del presidente, están en alerta Y agregó: entiéndase fabra como presunto barbarismo de osado, de hombre que no se arruga ni ante las adversidades ni ante las imputaciones jurídicas Aunque Camps es más fino que todo eso y últimamente su estrategia, astuta y paciente, ya le está comiendo terreno al zaplanismo: hasta Benidorm se desmorona. Y José Joaquín Ripoll, guarda del feudo menguante, anda entre acechanzas, tratando de hacerse con el control de las listas electorales para el 2007: al comité regional para la confección de candidaturas municipales, en manos de los campistas, Ripoll opone los comités locales, que son los que han de efectuar las propuestas de cada municipio, y, miren, pues tampoco le falta razón al hombre. Lo cierto es que las dos fracciones enfrentadas del PP valenciano, han entrado en un curioso duelo de comidas y cenas: se invitan por correo certificado y así. Y se dejan, unos y otros, con tres palmos de narices. Gana quien más narices le echa. Hasta ahí.

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