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La Generalitat y el Ayuntamiento invertirán más de cuatro millones en mejorar el colegio Pere Vila

La nueva apariencia del CEIP Pere Vila, en el paseo de Lluís Companys de Barcelona, no ha pasado desapercibida. Los peatones aminoran la velocidad de sus pasos y observan con curiosidad la enorme tela blanca que envuelve todo el colegio dándole la apariencia de una inmensa jaima de un blanco resplandeciente que con la ayuda de la brisa adquiere un carácter majestuoso. El disfraz no es más que una medida de protección para garantizar la seguridad de los pequeños que asisten al centro y de los transeúntes, dado el mal estado de la fachada y la posibilidad de desprendimientos.

El equipo técnico del Instituto Municipal de Educación de Barcelona (IMEB) decidió optar por un cubrimiento poco usual y sin duda llamativo: una tela de plástico de más de 4.000 metros cuadrados, en lugar de recurrir a la clásica red protectora verdosa. "Era una apuesta arriesgada, muy atrevida", comentó su gerente, Manel Blasco, "pero a la escuela le hacía mucha falta aire fresco". Aunque este material resulta más caro, su resistencia es mayor. Forrar la fachada ha costado más de 86.000 euros y un mes y medio de trabajos de instalación, durante los cuales se han necesitado dos grúas, escaladores y canastas elevadoras.

En la elección del material se tuvo también en cuenta el factor estético. Javier Sánchez, director de los servicios de construcciones escolares del IMEB y padre de la idea, admitió que el resultado les ha sorprendido y describió la apariencia del edificio como la de "un bombón".

El personal técnico encargado de forrar el edificio también valora las ventajas de esta tela de poliéster, ya que permite una instalación "más rápida y limpia", además de "una ejecución casi perfecta", destacó Joan Martínez, responsable de obras.

Pero la renovación del Pere Vila no se limitará a la fachada, aunque ésta fuera la causa que llevó a un proyecto de mejora mucho más ambicioso, de más de cuatro millones de euros de presupuesto y dos años de duración. El 31 de enero, una parte de una de las ánforas de la fachada del colegio se desprendió -sin causar daños personales- y a raíz de ello se procedió a revisar tanto la cubierta como la zona común que el colegio de primaria comparte con el instituto Pau Claris. La renovación afectará a las cubiertas, las fachadas (7.000 metros cuadrados), la cocina, el comedor, la biblioteca, la sala de actos y, especialmente, los exteriores de ambos centros: el patio, las pistas deportivas, el vallado y los jardines.

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