"Francia, impresionante"

"Hasta ahora, Francia sólo había jugado con un delantero. Ante Togo lo hizo con dos y estuvo impresionante", comentó Luis Aragonés al conocer que el cuadro de Raymond Doménech será el adversario del suyo en los octavos de final. "España tendrá que jugar con la cabeza muy fría para salir airosa", continuó; "deberá tener el balón. En este aspecto podemos contar con cierta ventaja. Pero por las bandas ellos son muy peligrosos". Finalmente, se mostró seguró de que Zidane, ausente anoche por sanción, "jugará" este duelo decisivo.

Horas antes, España sumó su tercera victoria en el Grupo H y acabó con siete goles a favor y sólo uno en contra. Luis podría haber salido del estadio sacando pecho. No lo hizo. "Podemos estar contentos, pero no presumir. El Mundial empieza ahora", advirtió tras la raquítica victoria sobre Arabia Saudí, que planteó más complicaciones de las previstas nunca se sabrá si por defectos propios de la selección española o por mérito de los jugadores del brasileño Marcos Paquetá.

Los árabes se fueron del Mundial sin ganar un partido -siete goles en contra y dos a favor-, aunque ayer, según su entrenador, merecieron "algo más". El partido fue tan malo, tan aburrido y tan carente de emoción que sólo faltó que la temperatura superara los 30 grados para que en la grada se viera a más de uno echar una cabezadita. El ánimo de los fieles seguidores españoles decayó a medida que pasaron los minutos, algo a lo que no se fue ajeno en el banquillo, donde el sol caía a plomo. Según Sergio Ramos, costó quitarse de encima la modorra.

A Luis le preguntaron después si en alguna fase le dieron ganas de echarse a dormir. "Yo nunca me duermo viendo fútbol. Además, si te duermes en un partido, te roban la cartera", respondió consciente de que Arabia Saudí a punto estuvo de llevarse el partido. "Merecieron marcarnos un gol", anunció Luis, para quien no habría sido una sorpresa que los saudíes empataran "o incluso lograran la victoria". "Nos metieron en muchos apuros". Y es que, sin pelos en la lengua, reconoció: "En la segunda parte me gustó más Arabia que mi equipo. España no jugó nada bien porque perdimos la pelota con excesiva facilidad. Jugamos mal, la verdad".

Dado que la base del juego de España es el toque -"si somos dueños del balón, somos dueños del juego-", el seleccionador explicó que sus antecesores no habían apostado por este tipo de jugadores y que las cosas "fueron como fueron. No se ganó nada. Esperemos que eso cambie ahora con estos futbolistas". Claro que, visto lo visto, está por ver si los llamados suplentes no habían aprovechado su oportunidad, lo que Luis no aceptó. "No se trata de eso. El equipo lo vienen a formar unos quince o dieciséis jugadores. Ésa es la base", aseguró.

Iniesta, joven centrocampista del Barça, fue uno de los seis jugadores españoles que ayer debutaron en una fase final de la Copa del Mundo. Se llevó de recuerdo la camiseta y asumió que el partido no fue bueno: "Hombre, vistoso no ha sido para el espectador, pero había que sacarlo y lo ganamos". Según el de Albacete, el debut no fue lo brillante que cabría esperar porque el equipo perdió demasiado rápido el balón. "El campo estaba seco, ellos presionaban mucho y no son malos. Sabíamos que en un Mundial no iba a ser fácil ningún rival, pero podemos estar satisfechos", dijo Antonio López, otro de los hombres que ayer debutaron en el torneo.

Reyes, delantero del Arsenal, también se estrenaba ayer con la roja en el Mundial y lo hizo sirviendo un gol, el único del partido: "He tenido oportunidad de marcar, pero unas veces el portero y otras la mala suerte me han impedido hacerlo. Aun así, me voy satisfecho de haber participado en la jugada del gol de Juanito". "Creo que he estado a la altura. Espero que el míster vuelva a confiar en mí", concluyó.