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Alemania 2006 Japón-Brasil

14 goles... y 90 kilos y medio de historia

La estrella brasileña confiesa sentirse aliviado después de la presión que ha venido soportando

Estrenaba botas y chutó dos veces antes de clavar el balón de cabeza y superar los 12 goles de Pelé. Fue el cuarto remate de la primera parte cuando Ronaldo entró -¡otra vez!- en la historia, justo el día que el mundo descubrió el secreto mejor guardado de Brasil: Ronaldo pesa 90 kilos y medio, después de rebajar 4,2 en un mes. Lo dijo Moacir Sant'Anna en Lance el mismo día en que O'Globo anunciaba que Ronaldo no se iba a quedar en el banquillo. Casi 200 enviados especiales, la marea verde les llaman por el uniforme de las camisetas, y Ronaldo no es que jugara, es que en el minuto 56, con esas botas color canario tan bonitas que Niké empezará a comercializar en breve, superó los 13 goles que el francés Just Fontaine marcó en 1958 y alcanzó los 14 del alemán Gerd Muller. A Ronaldo, gordo o no, le falta uno para convertirse por derecho en el mayor goleador de la historia de los Mundiales.

Pelé lo avisó por la mañana: "Sólo necesitará un poco de suerte". Tenía razón, aunque, de entrada, se la negó, Yoshikatsu Kawaguchi, el meta japonés, que le rechazó sus dos primeros remates: "Ha estado sensacional", dijo el elegido mejor jugador del partido. Trabajó mucho, corrió más que en los dos partidos anteriores y se afanó en demostrar que por gordo que esté, sigue siendo Ronaldo. Tal vez ya no sea el mejor jugador del mundo, pero ayer demostró que sigue siendo el mejor goleador del mundo. Centró Ronaldinho, la devolvió Cicinho y de cabeza, fácil, marcó Ronaldo, que fue estrujado por sus compañeros.

Con su hijo en la grada, Ronaldo pensó en él a la hora de dedicar la victoria y los goles que le llevan a un registro histórico: "Mi hijo me ha traído suerte, paz y tranquilidad. Es la primera vez que viene a verme en un partido de la Copa del Mundo y quiero dedicarle esta noche especial". Ronaldo confesó sentirse aliviado tras la presión que ha venido soportando. "En mi vida, en los momentos duros siempre he recurrido a la paciencia. Siempre ha sido así y esta vez no ha sido diferente", reconoció. El equipo le buscó para ayudarle a marcar, conscientes de que necesitaba el gol, así que no se olvidó de sus compañeros, "sin ellos no hubiera llegado hasta aquí", dijo. "Era un premio que buscaba pero no el principal, aunque estoy satisfecho. Los goles y la victoria me dejan satisfecho y nos dan tranquilidad a todos". El problema ahora es para Parreira, que ayer mismo empezó a ser presionado para que mantenga la alineación y el dispositivo con el que arrasó a Japón contra Ghana en el cruce de octavos.

Parreira capeó como pudo la cuestión relativa al peso de Ronaldo, desvelada por uno de sus colaboradores, lo que ha generado una duda en el siempre agitado entorno de la selección: ¿Por qué justo antes del partido contra Japón ha trascendido que Ronaldo pesa 90,5 kilos?. El preparador físico explicó: "Llegó con 94,7 kilos y no podíamos exagerar su adelgazamiento porque se hubiera resentido. Ha bajado un kilo a la semana, era lo prudente", explicó Sant'Anna. "Para colmo, llevaba dos meses si jugar, el riesgo de lesión muscular era alto". Así, empezó el campeonato un kilo por encima de su peso. Ahora, pesa medio kilo más de lo que sería conveniente. Será difícil que alcance su peso ideal en lo que resta de competición. Ronaldinho, pesaba 75 kilos en el 1994, en su primer Mundial, y 86 en Japón-Corea 2002. Ayer sólo había un brasileño triste en Dortmund: Zico, que felicitó efusivamente a Ronaldo, se despidió con derrota de la selección de Japón.

Ronaldo celebra el cuarto gol de Brasil a Japón.
Ronaldo celebra el cuarto gol de Brasil a Japón.EFE

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