Allen Ruppersberg funde libros, fotografías y objetos de la vida cotidiana en sus instalaciones

Libros con portadas de diseño imaginativo que invitan a la voracidad del lector, pantallas que proyectan imágenes de un mundo que desapareció, fotografías, carteles, objetos... Todo ello da forma a un pálpito de vida cotidiana y de curiosidad entendida como pasión. Y es también el material del que bebe el arte de Allen Ruppersberg (Cleveland, EE UU, 1944), que expone sus obras en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla. La muestra Uno entre Tantos. Orígenes y Variantes, que se inauguró ayer, hace un recorrido por la trayectoria de este artista.

La exposición se clausurará el próximo 24 de septiembre. Se trata de la primera muestra que se lleva a cabo en España de este artista estadounidense, cuya obra es célebre por sus instalaciones cargadas de sentido del humor. La ironía y la provocación salpican una visión artística que se adentra por los territorios de la literatura, el paso del tiempo y la biografía.

Ruppersberg acudió ayer a la presentación de la muestra. Más amigo de expresarse con sus obras artísticas que con las palabras, confesó que llevaba poco tiempo en Sevilla para poder dar una opinión sobre la ciudad. "Lo poco que he visto de Sevilla me invita a pensar que necesitaría estar un mes aquí para poder decir algo sobre la ciudad", afirmó el artista.

Ruppersberg hizo hincapié en las dos columnas sobre las que se apoyan sus obras. "Los trabajos son siempre imágenes y textos: leer y mirar. En algunos casos, la obra está gobernada por la dimensión visual; en otros casos, lo que domina es la dimensión objetual", comentó el artista.

Los libros son un eje fundamental de su trabajo. Las viejas ediciones decimonónicas se mezclan con las novelas baratas de estación. "Una parte de mí es la de un librero de viejo. Cuando estuve en la Facultad de Artes Visuales, lo primero que estudié fue diseño gráfico, de manera que soy muy sensible ante asuntos como la impresión, las tipografías, los colores... Colecciono libros, películas, cómics, discos...", dijo. "Hay libros del siglo XIX de Dickens. Son libros que pertenecen a mi familia. Hay, así, una vinculación a mi historia personal, a lo biográfico", concluyó.

El director del CAAC, José Lebrero, elogió la "coherencia y solidez" del trabajo del artista.Con motivo de la muestra se ha editado un catálogo con ensayos de Ann Goldstein, conservadora del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, Ulrike Gross, directora de la Kunshalle de Dusseldorf, y otros críticos.