El AVE de Granada se enquista en el diseño de su entrada a la estación

Dos metros separan al Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento de Granada de llegar a un acuerdo para desbloquear el proyecto del AVE. Los dos metros son la diferencia entre la propuesta de Fomento y la del gobierno municipal, que quiere que el AVE llegue a su estación más soterrado de lo previsto para que encima quepa una parada del futuro metro granadino. Renfe admite que la propuesta es viable, pero necesita del visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Representantes de Renfe, la Junta y el Ayuntamiento de Granada se reunieron ayer en Madrid para intentar alcanzar un acuerdo que agilice la llegada del AVE, cuyas primeras obras fueron autorizadas por Fomento la semana pasada. La diferencia de posturas que mantiene en el aire el diseño definitivo parte de la forma en la que el tren llegará a su destino. La última propuesta del Gobierno, del pasado mes de enero, suponía desviar el río Beiro hacia la derecha de la estación y soterrar las vías, lo que dejaría un muro de cuatro metros que, según el Ayuntamiento, "partiría en dos" la ciudad.

Como alternativa, el gobierno municipal propuso desviar el río hacia la izquierda y bajar dos metros más las vías, hasta una profundidad de 11 metros. Con esta fórmula, según los estudios del Ayuntamiento, se evitaría el muro y, sobre todo, habría espacio para construir una estación de metro bajo el puente del Camino de Ronda, entre el AVE y las actuales vías de ferrocarril. Esta solución permitiría lograr la "intermodalidad" entre los dos medios de transporte, es decir, que los viajeros puedan hacer transbordo de uno a otro sin tener que salir de la estación.

El delegado municipal de Urbanismo, Luis Gerardo García-Royo, presente en la reunión, ofreció por la tarde una rueda de prensa en Granada para explicar el encuentro y definió su estado de ánimo como "moderadamente satisfecho". La conclusión optimista es que Renfe dice que la propuesta del Ayuntamiento supone elevar el coste en cuatro millones de euros (de un total de alrededor de 200) y que es "técnicamente viable" aunque no puede aceptarla porque el desvío del río depende del visto bueno de la CHG.

Según García-Royo, el Ayuntamiento "indagó" ayer en la CHG y dedujo que la Confederación no conocía ni su proyecto ni el de Renfe, que también desvía el río. El Gobierno se ha comprometido a remitirles la próxima semana el estudio con la solución municipal.

No obstante, el edil se mostró convencido de que lo que separa realmente a las administraciones es la intermodalidad con el metro, para la que también sería necesario que la Junta accediese a soterrar el suburbano desde Villarejo y hacia la que el Gobierno andaluz muestra "reticencias". "No hay inconveniente técnico, sólo falta de voluntad política", señaló García-Royo.