_
_
_
_
_
Alemania 2006 | La hora de los suplentes españoles

El futbolista con el reloj en los pies

Iniesta jugará mañana de inicio en el "equipo nuevo" que alineará Luis frente a Arabia Saudí para que descansen los titulares

Ramon Besa

Luis ya ha anunciado que mañana frente a Arabia Saudí en Kaiserslautern alineará a "un equipo nuevo". Los titulares descansarán y entretanto se entrenarán a una menor intensidad, con vistas al cruce de octavos de final del próximo lunes o martes.

El bien de la selección aconseja incluso aparcar las causas particulares como la pugna del Niño Torres con los goleadores del campeonato: "Me gustaría jugar mañana, pero también sé que para optar al Pichichi es necesario que el equipo alcance las rondas de cuartos, semifinales o la final", argumenta. Aunque los favoritos son otros, vamos a dar que hablar". Afirma el ariete que es "bueno que todos los jugadores tengan minutos y estén enchufados" y confiesa que ni siquiera la incertidumbre de su futuro a corto plazo va a alterar su obsesión por triunfar en la Copa: "Pasa lo mismo con el Madrid que con otro gran club", responde el jugador del Atlético cuando se le requiere si podría recalar en el máximo rival. "Estoy contento por si el interés es real, pero ahora no voy a pensar en otra cosa que el Mundial".

"Es bueno que todos los jugadores tengan minutos y estén enchufados", dice Torres

Antes que por cualquier otro adversario, Torres (3 tantos) apuesta por Villa (dos) y Raúl (uno) en la pugna por ser el máximo goleador del torneo. Villa y Raúl, con el que Luis conversó ayer durante algunos minutos, jugarán mañana medio partido. La defensa será totalmente inédita: Michel Salgado, Juanito, Marchena y Antonio López. Habrá novedades igualmente en la portería, y aunque Pepe Reina ha sido el segundo guardameta en la fase de clasificación, Cañizares tiene opciones de ser el arquero ante Arabia Saudí. Y, obviamente, cambiarán también los medios: volverán los extremos como Joaquín y Reyes, Albelda ejercerá de pivote e Iniesta tendrá su oportunidad, junto a Cesc.

A Iniesta no le hace ninguna falta llevar reloj. No pierde la paciencia. A sus 22 años, es el hombre tranquilo. Hace dos temporadas fue el jugador número 12 del Barcelona y participó en prácticamente todos los partidos. Y el curso pasado, justamente cuando se le suponía titular desde la lesión de Xavi, no desesperó por la entrada en el equipo de jugadores más físicos como Motta o Van Bommel. Aguardó hasta imponerse de forma solemne en encuentros de tanta categoría como el disputado en Lisboa o la segunda parte de la final de la Liga de Campeones en París.

"Andrés reparte caramelos cuando sale al campo", acostumbra a decir Frank Rijkaard, su entrenador en el Barça para definir su fútbol. Liviano, de tez blanquilla y voz apagada, Iniesta se impone en el campo por su autoridad futbolística. Toca siempre con sentido, es vertical y profundo en el pase y tiene una buena llegada. Acaso se le reprocha que le falta gol. Iniesta sería titular en la mayoría de equipos. El Barça, sin embargo, ya se sabe que es una fábrica de centrocampistas, y ahora está en una situación muy parecida a la que soportó Xavi cuando el capitán era Guardiola. "Fíjate en éste [por Iniesta] porque nos va a jubilar a los dos", le anunció el propio Guardiola a Xavi en el Camp Nou.

Iniesta ha mezclado estupendamente en algunos partidos con Xavi. En la selección, sin embargo, es más difícil que coincidan y, por otra parte, en la rueda se ha colado de forma imponente Cesc, el pequeño Platini español, como le ha bautizado el diario Libération. Tres centrocampistas versátiles, especialmente peloteros, muy dinámicos. "Me gusta competir con futbolistas como Cesc o Xavi", argumenta. "La competencia te hace mejor. A mi me estimula especialmente tanto en mi club como en la selección porque aprendo al lado de los grandes jugadores".

"Ahora me hace una especial ilusión debutar en un Mundial", prosigue Iniesta. "¡Ojalá todo salga bien! Todos estamos aquí en Kamen muy ilusionados y deseosos de participar, de ayudar, de estar". Y acaba: "Me da igual dónde me ponga el seleccionador porque estoy acostumbrado a jugar centrado o en cualquiera de las dos bandas que ocupan los volantes. El míster me conoce y sabrá donde puedo jugar y rendir bien". Y acaba: "¡No es un partido cualquiera, es un encuentro del Mundial!".

Muy poco locuaz en la sala de prensa, Iniesta sabrá aguardar su momento para imponerse en el campo como es su costumbre. Juega Iniesta, baja el volumen del partido hasta hacerse el silencio, para que se oiga el tic-tac de sus botas. El reloj lo lleva en los pies y no en la muñeca.

Luis Aragonés charla con Iniesta en un entrenamiento.
Luis Aragonés charla con Iniesta en un entrenamiento.RICARDO GUTIÉRREZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_