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Alemania 2006 | Argentina - Holanda y Costa de Marfil - Serbia y Montenegro

Bajo la mirada de los dioses

Messi se estrena como titular en el Mundial, observado por Maradona, Platini, Cruyff y Beckenbauer

Las miradas de Johan Cruyff, de Michel Platini, de Franz Beckenbauer y, por supuesto, de Diego Armando Maradona se clavaron en Lionel Messi tan pronto asomó con una niña cogida de la mano por el túnel de vestuarios y pisó junto a sus diez compañeros de la albiceleste el césped del Waldstadion de Francfort. Argentina se vio las caras con Holanda por cuarta vez en la fase final de un Campeonato del Mundo. Titular por vez primera con la selección en este torneo, a Messi le esperaban los dioses del balón con la misma expectación con la que le aguardaban los muchísimos aficionados que ven en él una de las mayores promesas del fútbol mundial.

Fue el último en bajar del autocar, con los auriculares del iPod en ristre. Fue el último en acudir a cambiarse, tras estudiar el estado del terreno de juego, porque se le alargó la charla con sus compañeros de equipo en el Barça, Gio Van Bronckhorst y Van Bommel, que le presentaron a Phillipe Cocu, el capitán holandés y también ex jugador azulgrana, que ayer cumplió su partido número cien con la oranje. Cuando Messi salió a calentar lo hizo con las mismas botas con las que marcó un gol a Serbia, las que le ha confeccionado especialmente Adidas para el Mundial, de color blanco y con detalles en celeste: Su nombre, el sol que ilumina la bandera de argentina, una frase "la mano de Dios" y una fecha: 22 de junio de 1986, en homenaje a Diego, al más grande, veinte años después de aquella memorable actuación ante Inglaterra en el Mundial de México, en 1986, en aquél partido en el que primero le robó la cartera a Shilton marcándole un gol con la mano y después dejó un homenaje al fútbol sorteando a cuantos ingleses encontró a su paso por el camino, del medio campo a la portería, hasta lograr un gol para los anales del fútbol.

A Messi le miraban todos en el estadio de Francfort y él ponía cara de que no estaba allí. A Jorge, su viejo, no debió de resultarle extraño: "Nunca le vi ponerse nervioso". ¿Por qué el día de su debut como titular con la argentina? Compartió asientos en la platea número 25 con la familia de Riquelme y juntos animaron a Argentina, viendo jugar a sus pibes. Y no es que lo bordaran. Lionel se abrió a la banda derecha del ataque durante el primer tiempo. La tocó 11 veces, la perdió una y metió un pase interior de los siete buenos que dio que pudo concluir en gol. Fue vigilado en zona, normalmente por Tim de Cler funcionario de la factoría del equipo de Louis Van Gaal, el AZ Alkmaar, equipo del ex seleccionador y ex entrenador del Barcelona que aporta cinco jugadores a la selección, tantos como el Ajax, entre ellos el centrocampista Landzaat, que está a punto de firmar por el Espanyol.

En el segundo tiempo, Messi se cambió de banda y empezó volcado a la izquierda. Entonces, sintió el aliento de otro AZ boy, Kew Jaliens, justo cuando Argentina perdía el dominio del partido y el campo empezaba a teñirse de naranja. Desaparecido el medio del campo albiceleste, al niño de las botas blancas apenas se le vio. Le llegaron tres balones en 23 minutos, y sólo uno lo jugó bien, pero terminó por tropezarse en su eléctrica carrera.

Fue entonces cuando el seleccionador, Pekerman, decidió sustituirle. Lionel, Leo, el futbolista más joven que jamás debutó en un Mundial, no tuvo ayer su noche en Francfort. Pero siempre podrá decir que el día que debutó como titular en un Mundial, era la vigilia del aniversario de los 20 años de aquél memorable partido entre Argentina e Inglatera, el que se ha dado en llamar el partido de la mano de Dios y, además, los dioses fueron a verle: Beckenbauer, Platini -que precisamente ayer cumplía 51 años-, Cruyff y Maradona, que puesto en pie le ovacionó mientras se marchaba cabizbajo para el banco. Maradona, vestido como siempre con la camiseta albiceleste y tras acudir al palco a saludar a los príncipes de Holanda, Guillermo y su esposa, la también argentina Máxima, trató de transmitir toda su admiración y su apoyo hacia Messi, al que considera como uno de sus posibles sucesores.

Riquelme, entrado en falta por Ooijer.
Riquelme, entrado en falta por Ooijer.REUTERS

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