El responsable de la Guardia Civil en Córdoba rechaza la retirada de la imagen de la virgen

El teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Córdoba, José Ignacio Criado, ha rechazado la petición de dos agentes destinados en Almodóvar del Río que solicitan la retirada de una imagen de la Virgen del Pilar de su cuartel. Criado afirma que "los tribunales" han permitido que existan símbolos religiosos "siempre que no estén en lugares de uso y comunes". Uno de los guardias reclama que la figura se quite del "pasillo de acceso a las oficinas del acuartelamiento". Otro agente, por el contrario, reclamó ayer que sigua en el mismo sitio.

Los dos agentes que han solicitado la retirada de una estatuilla de la Virgen del Pilar de uno de los pasillos del puesto de la Guardia Civil de Almodóvar del Río, que prefieren no difundir su nombre, recibieron ayer una primera respuesta. El teniente coronel jefe de la Comandancia de Córdoba, José Ignacio Criado, rechaza esta solicitud a través de un escrito fechado el 16 de junio. En la carta, primero se hace una introducción en la que se recuerda que, en 1913, el rey Alfonso XIII accedió a nombrar a la Virgen del Pilar patrona del cuerpo. Uno de los agentes, que pertenecen a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Córdoba, sostuvo ayer que en ningún momento ellos han negado que esta virgen sea la patrona de la Guardia Civil.

"Lo que pedimos es que se retire una imagen religiosa de un pasillo", afirmó. Respecto a este asunto, el teniente coronel afirma en la misiva que "los tribunales vienen declarando que la presencia de símbolos y signos religiosos en los lugares públicos no vulnera el principio de aconfesionalidad del Estado siempre y cuando no estén en lugares de uso y común, donde pueden lesionar el libre ejercicio del derecho a la libertad religiosa".

En opinión del AUGC, esta respuesta, aunque rechaza la petición de los agentes, les da la razón, ya que la estatuilla se encuentra "en el pasillo de acceso a las oficinas del acuartelamiento, donde se recibe y atiende a los ciudadanos, y que sirve también como sala de espera, con lo cual, no sólo afecta a los funcionarios que allí trabajan sino también a todos los ciudadanos que acuden" allí. Aunque el máximo responsable de la Guardia Civil en Córdoba ha rechazado la solicitud de los dos agentes, todavía queda por conocer la respuesta que se dará desde la Dirección General en Madrid.

Uno de los guardias que ha realizado la petición afirmó ayer que algunos compañeros han manifestado su intención de sumarse a esta iniciativa en sus acuartelamientos, aunque también reconoció que otro agente ha cursado una petición para que las imágenes no se quiten.

Por otro lado, el coordinador provincial de Izquierda Unida en Córdoba, Enrique Centella, sostuvo ayer que este tipo de peticiones de retirada de la simbología surgen de la "sensación

[que hay en la sociedad] de que hay que empezar a apartar las cuestiones religiosas de las cuestiones oficiales, que tienen que ser laicas". Centella relacionó las solicitudes de retirada de símbolos religiosos de edificios públicos que se están sucediendo en la comunidad con los pronunciamientos políticos que han realizado los obispos: "Hemos visto declaraciones de la jerarquía eclesiástica que más bien parecían de la Iglesia que sacaba Franco bajo palio".

Hace una semana, la Junta de Personal Docente no Universitario de Córdoba requirió a la Junta de Andalucía la retirada de los símbolos religiosos de las aulas de los centros públicos. El Colectivo por la Escuela Laica se ha sumado a esta iniciativa. Al igual que la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri) ha aplaudido la petición de retirada de la Virgen del Pilar de los acuartelamientos.

Por su parte, Santiago Gómez Sierra, vicario general de la diócesis de Córdoba, difundió ayer un comunicado en nombre del Obispado en el que se lamenta de una supuesta "hostilidad manifiesta hacia los signos de presencia cristiana en los espacios donde se desarrolla la vida cotidiana de los creyentes en Cristo". En su opinión, "la censura de signos cristianos supone un atropello para la sensibilidad religiosa de los católicos cordobeses".