Lanzamiento de monedas y descalificaciones a los periodistas

Los periodistas que cubrieron informativamente el primer día del juicio contra Javier García Gaztelu, Txapote, e Irantzu Gallastegi Sodupe, Amaia, tuvieron que soportar críticas, insultos y descalificaciones de todo tipo, incluso el lanzamiento de monedas por parte de un sector de los manifestantes convocados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el Foro Ermua y las Nuevas Generaciones del Partido Popular.

Los gritos arreciaban cada vez que desde el exterior de la Audiencia Nacional conectaba en directo en los telediarios alguno de los periodistas de las distintas cadenas de televisión acreditadas.

A los ya clásicos gritos de "manipuladores", se unieron otros más insidiosos como "periodistas, terroristas", al tiempo que algunos manifestantes lanzaban monedas y llamaban "peseteros" a los informadores. Los medios informativos más atacados fueron Televisión Española, con graves insultos contra su directora general, Carmen Caffarel, y el Grupo PRISA, editor de EL PAÍS.

Poco antes de las diez de la mañana, unos 300 manifestantes convocados por la AVT, el Foro Ermua y las Nuevas Generaciones del PP se instalaron en el exterior de la Audiencia Nacional para reclamar justicia por el asesinato del concejal del PP, Miguel Ángel Blanco. Cuando llegó el furgón de la Guardia Civil con los imputados, fue recibido con gritos de "asesinos" y otros insultos comunes.

Vítores al PP y Alcaraz

Los manifestantes prorrumpían en vítores sólo cuando se aproximaban sus líderes: María San Gil o Ignacio Astarloa, por parte del PP, Francisco José Alcaraz por parte de la AVT y Fernando Buesa, por el Foro Ermua, o la madre y la hermana del concejal asesinado, Consuelo Garrido y María del Mar Blanco.

El resto del tiempo se dedicaron a increpar e insultar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusaron de traicionar a España y a las víctimas del terrorismo por acceder a hablar con ETA para intentar conseguir la pacificación del País Vasco.

También dedicaron parte de sus invectivas al dirigente de Batasuna, Arnaldo Otegi, el hombre que está en el centro del proceso de paz, para el que pidieron insistentemente la prisión.

Los manifestantes llegaron a pedir la pena de muerte, y algunos incontrolados llegaron a proferir tales improperios que la presidenta de Nuevas Generaciones, Carmen Fúnez, llegó a pedir disculpas porque su partido no las asumía. El juicio se reanudará hoy por la mañana.