Inglaterra sueña con Paolo Rossi

La Inglaterra de Wayne Rooney sueña con convertirse en la Italia de Paolo Rossi. A pesar de su horroroso fútbol ante rivales tan flojos como Paraguay, en el primer partido, y Trinidad y Tobago, en el segundo, los ingleses están ya clasificados. Los comentaristas, ácidos primero en sus críticas al pésimo juego del equipo del sueco Sven-Göran Eriksson, recuerdan ahora que el Mundial rara vez lo ganan los equipos que mejor fútbol despliegan en la primera ronda del torneo. Una manera de restar importancia a la admiración que ha despertado uno de los adversarios de Inglaterra, Argentina, pero sobre todo la mejor fórmula para mantener el optimismo de una afición que horas antes de empezar la competición parecía convencida de la victoria tras 40 años de abstinencia.

Ante Suecia, Eriksson contará con Rooney desde el principio en sustitución de Crouch

Sólo el Brasil de 1970 arrasó de cabo a rabo en un Mundial. Incluso el Brasil de 1958, el primero de Pelé, pasó apuros para superar a Gales en los cuartos de final. El caso contrario es la Italia de 1982, rácana en juego y goles al principio, pero sorprendente verdugo de Argentina y Brasil en la liguilla que en aquel Mundial sustituyó a los octavos y los cuartos de final. La moral de esas dos victorias y los goles de Rossi les llevaron a ser campeones del mundo.

Eriksson contará con Rooney desde el primer minuto del partido de esta noche ante Suecia. El sueco, que asegura que se muere de ganas por vencer a su país, tiene la suerte de que las tres tarjetas amarillas que arrastra el equipo inglés le facilitan la tarea de hacer algunos cambios sin tener que apelar a necesidades tácticas o a preferencias personales. Crouch, que arrastra una amonestación, será el sacrificado para dejar sitio a Rooney, dándole así al discutido Owen una oportunidad más de redimirse. A pesar de su patente baja forma -sólo ha jugado un partido completo desde Navidad-, muchos siguen pensando que la pareja que Owen forma con Rooney es el tándem atacante natural de Inglaterra. Entre otras ventajas, reduce la tentación de los centrocampistas de lanzar balones a la olla para que los pesque el larguirucho Crouch, que marcó así el vital gol inicial ante Trinidad.

Los otros dos amonestados son Gerrard y Lampard. Jugadores estelares en el Liverpool y en el Chelsea, nunca han acabado de hacer buena química en la selección porque se pisan el uno al otro. Eriksson parece decidido a dejar descansar a Gerrard, con lo que Lampard tendrá más oportunidades de practicar su mortífero disparo. Gerrard será sustituido por un jugador despreciado por la afición, Hargreaves, o quizás por Carrick. El cambio debería facilitar la transición de la pelota desde la defensa al centro del campo y reducir el recurso a los balones largos.

Inglaterra y Suecia se juegan el liderazgo final del grupo. Los suecos, que empataron a cero con Trinidad y ganaron a Paraguay con un gol de última hora, pueden ser campeones de grupo si ganan esta noche en Colonia, serán segundos si empatan y podrían quedar eliminados, dependiendo de la diferencia de goles, si pierden y Trinidad da la sorpresa y gana a Paraguay. Perder ante Suecia minaría la escasa confianza de los ingleses y les supondría enfrentarse a Alemania en los octavos si éstos ganasen a Ecuador. Peor aún: se encontrarían a Argentina en los cuartos si los argentinos confirmasen su buena forma encabezando su grupo y superando los octavos. Si ganan o empatan esta noche, los ingleses probablemente evitarían a Alemania en los octavos y tendrían más probablemente a Portugal u Holanda en los cuartos, retrasando a las semifinales el temido enfrentamiento con el ogro argentino.