Trinidad se acoge a los ingleses

Las posibilidades de que Trinidad y Tobago pase a los octavos de final son escasas. Debe ganar a Paraguay y esperar a que Inglaterra, ya clasificada, derrote a Suecia. Luego, todo dependerá de la diferencia de goles, el primer criterio de desempate. Trinidad, ex colonia británica, está en manos de su antigua metrópoli. Y Leo Beenhakker, su entrenador, es consciente del problema. "Tenemos una pequeña posibilidad de alcanzar la segunda ronda, pero no dependemos de nosotros, sino del resultado del Inglaterra-Suecia", explicó el holandés, que espera esa ayuda para que su selección puede mantenerse en liza en el torneo.

"Tenemos que agarrarnos a las posibilidades para incentivar la tensión en la competición. Es difícil, pero tenemos una posibilidad remota a la que nos acogemos", añadió el técnico, orgulloso del rendimiento de sus hombres. "En un Mundial están los mejores jugadores y nosotros hemos estado entre ellos. Hemos estado a la altura de las exigencias. No hemos eludido la responsabilidad. La hemos asumido", argumentó. "El problema es que vamos a jugar un partido frente a un duro rival. Se trata de ganarlo. Después, veremos lo que ha pasado".