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Reportaje:Alemania 2006

Raúl, en fuera de juego

El capitán de la selección española se hace el huidizo cuando Luis Aragonés pretende darle consignas tras un entrenamiento

Ramon Besa

Luis Aragonés requirió ayer a Raúl una vez acabado el grueso del entrenamiento y pareció que el capitán se hacía más o menos el huidizo, por no decir el longuis, como si no quisiera reparar en el asunto, entre desganado y ausente. Quería el seleccionador que le atendiera, se supone que por aspectos del juego o de actitud, y el futbolista no parecía estar por la labor o, al menos, dio por acabada una charla breve antes de tiempo. El técnico insistió para que regresara al punto de encuentro y el delantero respondió, de vuelta, como si se lo pensara, entre el voy y el vengo, en una escena en la que se recrearon las cámaras y provocó multitud de interpretaciones.

Puede que Raúl se molestara porque Luis le llamó la atención públicamente y, sobre todo, ante sus compañeros. No sería de extrañar, puesto que el seleccionador insiste en que con el capitán habla cada día, "más que con cualquiera", por su rol en el equipo. Ayer, sin embargo, le solicitó no por su condición de capitán, sino supuestamente por su quehacer futbolístico. Aunque los suplentes le estaban dando una tunda a los titulares, el madridista no estuvo acertado en el partidillo, sobre todo en el remate, y marró un par de ocasiones que pudieron engordar la cuenta de los ganadores (0-2).

Camino del vestuario, el madridista terció en voz baja: "Estoy mejor de lo que muchos creen"
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Ya que ha suspendido las entrevistas personalizadas y sólo responde cuando es necesario, como ocurrió en la previa del partido ante Ucrania, no hay noticias sobre la incomodidad de Raúl en el equipo reflejada en el rostro. "No es un problema futbolístico, sino de ánimo", coincidieron personas del vestuario, que resaltan el gen competitivo de alguien que, de modo sorprendente, se halla desubicado. Camino del vestuario, cuando salía del campo, Raúl terció en voz baja para decir a este diario: "Estoy mejor de lo que muchos creen". Una declaración en consonancia con las de la concentración, cuando insistió en que estaba en su mejor momento y se quejó por entender que determinados medios le faltaron al respeto.

Ahora, sin embargo, no es ya un problema de la prensa, sino que la sintonía entre el capitán y el seleccionador no es la misma que cuando se oficializó la lista de jugadores. Raúl se esforzó en recuperarse de su lesión para competir en Alemania y Luis le correspondió con la convocatoria. El problema se presentó cuando el técnico constató que no era fácil cuadrar la alineación con Raúl. Intentó calzarle en el once en algún amistoso y le probó en el puesto de Luis García hasta el último partido de preparación, ante Croacia. Las pruebas, sin embargo, no le complacieron. "No está para aguantar 90 minutos", se excusó Luis. "Me siento capaz de jugar en cualquier sistema", respondió Raúl, apesadumbrado, como si le fuera su carrera futbolística en cada jugada.

La situación importuna también a los jugadores, al punto de que Puyol respondió por Raúl en una conferencia de prensa en Leipzig monopolizada por la suplencia del capitán, que, con el tiempo, primero perdió el gol -marcó a principios de mes en el amistoso contra Egipto después de acabar con la imbatibilidad de Serbia y Montenegro en septiembre de 2005- y después el sitio. "El capitán está bien", insistió ayer Sergio Ramos; "va a aportar muchas cosas y marcará la diferencia". Una manifestación bienintencionada y que, sin embargo, obliga a preguntarse por cuándo se producirá su reaparición más que por su situación. ¿Quería presionarle Luis para ponerle el lunes contra Túnez? ¿O acaso entiende Raúl que supondría una humillación estar con los suplentes contra Arabia Saudí si se ha resuelto ya la clasificación?

A punto de cumplir 29 años, los números (43 goles en 95 partidos) acreditan a Raúl como uno de los grandes en la historia del fútbol español, motivo de sobra para no sentirse a gusto entre los suplentes y que Luis le exija como a un titular. No es muy común que el capitán no juegue y menos en un Mundial. Una cosa es que Totti, Figo, Cafú, Ballack, Beckham, Zidane, Cocu y hasta Sorín descansen y otra muy distinta que se sientan suplentes. Raúl entiende que está en fuera de juego, de ahí que no quiera que el seleccionador le dé la chapa con discursos como el de que hay que ser verdaderos. A Luis, en cambio, le basta con remitirse al partido de Ucrania para no tener que dar más explicaciones.

El incidente refleja al fin y al cabo la frustración de uno por no poder jugar y la del otro por no poder meterle en el equipo.

Secuencia del requerimiento de Luis Aragonés a Raúl.
Secuencia del requerimiento de Luis Aragonés a Raúl.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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