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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Teleterror

Vicente Molina Foix

Una frase de Paul Virilio en su libro Ciudad del pánico, "la repentina telepresencia del terror", invita a buscar la imagen terrorífica más inesperada. En un día marcado por las escalofriantes fotografías aéreas de las costas españolas convertidas en magmas de especulación masiva, también daba miedo Rajoy poniéndose la camiseta número 12 de la selección de España (Noche Hache, Cuatro), no tanto por el insoslayable gafe que Mariano aporta a las cosas, sino por el atemorizante subtexto detectable en todo el país desde el miércoles: un patriotismo balompédico. Con el susto en el cuerpo, me puse a ver Asalto a Marbella II (Tele 5), un refrito del primer episodio de esta miniserie de telerrealidad semidocumental, interpretado por los mismos actores insultándose en los mismos escenarios, si bien este jueves cobraban mayor protagonismo Jesús Gil y su hijo. Había escenas muy truculentas, como las pedradas a los ediles del Ayuntamiento marbellí, con el chichón en directo, o esa otra tirada no menos violenta, aunque sólo verbal, de Isabel Pantoja contra los paparazzi sector tertuliano. Dos afirmaciones, entre lo pintoresco y lo tremebundo, de Asalto a Marbella II: la tonadillera consiguió que la Junta de Andalucía prohibiera a Canal Sur hablar de ella; su amante Julián Muñoz ya estaría en la cárcel sin la "tabla de salvación" pantojil. Y de creer a los reporteros de Tele 5, el que en esa zona de Málaga habla contra las mafias "es hombre muerto".

Con la pajarita de camuflaje y el uso campechano del taco, Inocencio Arias quiso hacer honor a su nombre de pila entrevistado por Buenafuente (Antena 3) con motivo de Confesiones de un diplomático (Editorial Planeta). Me pareció inquietante que un embajador hable un español tan pésimo, aunque hay que darle el beneficio de la duda en el inglés, idioma que hablaba en la intimidad con los halcones de Bush. Lo espantoso, sin embargo, fue oírle decir, en defensa de la invasión de Irak y el papel en ella de Aznar, que "todo el mundo creía en las armas de destrucción masiva". Horrorosa mentira.

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