El corredor de alta velocidad Valencia-Castellón será de ancho europeo y permitirá 350 kilómetros por hora

Todas las dudas sobre el tipo de vía por la que circulará el AVE Valencia-Castellón y la velocidad que alcanzará quedaron ayer despejadas con la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto. El tren transcurrirá por ancho internacional y lo hará a una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora. Tal como señala la declaración las especiales características del corredor "en cuanto a la coexistencia de importantes valores naturales con fuertes crecimientos urbanos" a lo largo de más de 55 kilómetros y con el paso por 31 términos municipales, obligan a que, en algunos tramos, el AVE circule a velocidades alternativas situadas entre los 300 y los 220 kilómetros por hora.

No hará falta una nueva infraestructura para que llegue el AVE a la capital de La Plana

La declaración de impacto selecciona "como consecuencia del análisis de comparación de alternativas realizado en el estudio informativo", la llamada alternativa Este, tal como se preveía. Esa alternativa, según la declaración de impacto, respeta, "en la medida de lo posible", los espacios naturales protegidos. Circulará a lo largo de 55.297 metros buscando "adosarse a las infraestructuras existentes". Desde Meliana hasta pasado el núcleo urbano de Sagunto, se adosa a la línea ferroviaria actual, con una variante en los núcleos de Roca-Cúper y Puçol, dado que no existe espacio para insertar la nueva línea de alta velocidad junto a la línea existente sin afectar a dichos núcleos urbanos. Desde Sagunto hasta Nules, se adosa a la autopista AP-7 y, posteriormente, se traza entre los núcleos de Alqueries y Burriana, para adosarse a la actual línea ferroviaria en el término municipal de Almassora en su acceso a la actual estación de Castellón. De esta manera también queda despejada la duda sobre la posible necesidad de una nueva infraestructura para la llegada del AVE a la capital de La Plana.

Esta alternativa tenía en la desembocadura del río Millars y en el marjal de Almenara los dos puntos más conflictivos desde el punto de vista ambiental. Sobre estos, la declaración señala que la afección a la desembocadura del Millars "se produce en su límite oeste, ya degradado por la cercanía de la línea ferroviaria existente". En cuanto al marjal de Almenara indica que el AVE transcurrirá por su límite, "ya degradado debido a la cercanía de la A-7". Aún así, para esta zona, establece pasos de fauna para anfibios en dos tramos "de manera que sean atractivos para los animales protegiéndolos contra la erosión". Para otro tramo exige que las obras, los movimientos de maquinaria y demás actividades se realicen "estrictamente" entre el área comprendida entre la traza y la carretera A-7, "para minimizar las posibles molestias a la avifauna, la degradación de hábitats y la alteración de la red hidrogeológica".

Otra modificación que propone es el desplazamiento del trazado 75 metros hacia el este a su paso por Burriana para minimizar la afección a un polígono industrial. Sin embargo, la declaración deja sin resolver el problema del paso del AVE por Moncofa. El Ayuntamiento presentó alegaciones ya que, a su entender, el trazado reduce la posibilidad de expansión del suelo urbanístico o urbanizable porque, según el alcalde, José Vicente Isach, "la distancia al casco urbano es de unos escasos 250 metros".