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Ensaladilla ucrania y tortilla española

Varios escritores comen y cambian impresiones durante el partido

Juan Cruz

Almudena Grandes, la novelista, había preparado ayer un menú que se parecía al partido, y junto con su marido, el poeta Luis García Montero, invitó a otros escritores a ver el España-Ucrania en su casa. Almudena preparó ensaladilla y tortilla; a la ensaladilla la llamó ensaladilla ucrania, en honor del contrincante, y la tortilla fue la española de toda la vida. Para beber, un vino preparado por los bodegueros de La Rioja, con una etiqueta que rinde homenaje a los 75 años de la República.

Estaban preparados para sufrir, pero disfrutaron, aunque no todos. Le pregunté al poeta Ángel González, cuando España ya había marcado el primer gol, cómo veía la cosa. "Fatal", me dijo, "y es que yo voy con Ucrania". Y con Ucrania iba, también, el editor Chus Visor. ¿Razones? Pesan aún las nostalgias rojas...

Cuando Xabi Alonso ("el 14, ¿quién es el 14?", preguntaba Almudena) marcó el primer gol vieron claro que el futuro ya era rojo, del color de la selección española, así que se entretuvieron en cuestiones lingüísticas. A García Montero le extrañaba que en Cuatro, por donde veían el partido, llamaran a los de Ucrania ucranios, "en lugar de ucranianos como toda la vida"; a Visor le parecían tan malos los ucranios (el novelista Eduardo Mendicutti dijo: "En catalán los llaman ucraínos") que soltó la impresión de que estaban "comprados". Y Ángel González alertó: "¡Son tan malos!". Almudena: "España roja: dentro de todo, te hace ilusión que gane la España roja".

Ángel González hizo en voz alta esta reflexión cuando vio tanto patriotismo en las gradas: "Cuando veo tantas banderas siempre me temo lo peor". Cuando el poeta Luis Muñoz escuchó cómo se nombraba a Torres, preguntó: "¿Y siempre le llaman El Niño Torres?". A Mendicutti le pareció, cuando ya España iba por delante en el marcador, que estos colegas suyos no se estaban tomando muy en serio el encuentro. Fue entonces cuando se oyó nítidamente una profecía de Maradona, muy celebrada por la concurrencia: "Es un asedio; ¡España puede ganar 12 a cero!"

A García Montero le sugirió la victoria el cuento de la lechera, y se entretuvo imaginando una victoria española en el Mundial. Almudena le recomendó: "Quédate con lo accesible". Lo accesible era esta goleada y unos pasteles muy apetitosos que aparecieron sobre la mesa cuando ya no quedaba nada ni de la selección ucrania ni de la ensaladilla con que la honraron. Sí quedaban, por cierto, algunos trozos de tortilla española.

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