Un capitán suplente
Luis Aragonés prefiere a Raúl como posible revulsivo antes que como titular en el primer partido de la selección, ante Ucrania
Raúl salió como titular de España, con la medalla de oro al mérito deportivo impuesta por el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, y es suplente desde que llegó a Alemania. Aunque de por medio se disputó un partido amistoso en Ginebra contra Croacia y Raúl sufrió un par de golpes en los entrenamientos, Luis le prefiere como revulsivo antes que como capitán para el partido contra Ucrania.
"No sucedió nada sino que para este partido me van mejor otras cosas; eso no quiere decir que no pueda entrar en el equipo. Raúl está aquí para lo que el seleccionador considere, y entiendo que jugar los 90 minutos iba a resultar complicado para él, le iba a costar. A lo mejor será más titular que si saliera desde el inicio", comentó el seleccionador.
Raúl: "Luis no tiene por qué darme ninguna explicación, porque soy uno más"
Y el jugador madridista, que lleva días charlando con el seleccionador -"por ser capitán y por su rol hablo con él más que con cualquiera", terció el técnico-, asume la situación sin rechistar: "No pasa nada. Estoy preparado para ayudar. Yo confío en esta selección y espero también que sea mi Mundial".
La suplencia de Raúl, ratificada en el entrenamiento que el equipo celebró en el mismo estadio en que disputará el partido, monopolizó una buena parte de la conferencia de prensa de Luis y también de los jugadores que comparecieron (Raúl, Pablo y Puyol) hasta que Puyol respondió por el capitán a la pregunta de si se consideraba un buen suplente. Antes de que el jugador madridista pudiera responder, el azulgrana proclamó: "Sí. Aquí no hay titulares ni suplentes. Lo más importante es la selección".
Puyol ha asumido un mayor protagonismo en un equipo cuyo liderazgo está en discusión desde la partida de futbolistas trascendentes como Hierro y Zubizarreta. Raúl fue señalado entonces como el heredero natural del brazalete de capitán, tanto en su equipo como en la selección, por su gen competitivo. Ha disputado 95 partidos y ha marcado 43 goles desde su debut, en octubre de 1996 en Praga, y lleva más de doce años en la elite.
Ni una grave lesión en noviembre pasado con el Real Madrid le apartó de su meta de volver a un Campeonato del Mundo, después de no haber podido disputar los cuartos de final de Corea y Japón 2002 por una lesión y de haberse quedado fuera en la primera fase del Mundial de Francia en 1998. Una vez en Alemania, sin embargo, el seleccionador le ha señalado como un suplente, nada decisivo en un jugador cualquiera, pero toda una declaración de intenciones tratándose del capitán. Ambos relativizaron el asunto a la espera de que Luis se haga con el conjunto y aumenten las complicidades entre los jugadores. El reto fundamental es hacer equipo, y de ahí la importancia de la intervención de Carles Puyol.
A sus 29 años y sin lesión en el pie que valga de coartada, Raúl se ha alineado dos jornadas seguidas como suplente en los partidos de ensayo y en su primera comparecencia ante los periodistas mantuvo una actitud serena y comprensiva como si fuera uno más de la plantilla, una señal de cuál debe ser el comportamiento del grupo durante el torneo: "Los 23 que estamos aquí tenemos ilusión por jugar. A lo largo de los partidos todos vamos a sentirnos importantes. Luis no me ha dicho nada en especial, y no tiene por qué darme ninguna explicación porque soy uno más. El seleccionador cree que otros compañeros lo pueden hacer bien y ya está. La de este año, en cualquier caso, ha sido una preparación positiva, diferente. Todo lo que teníamos que hacer antes del debut se ha hecho bien". Y, ante la demanda de si le perjudicaba el nuevo dispositivo táctico, respondió: "Yo creo que en cualquier sistema tengo sitio, si quiere el entrenador".
Luis apostará para el partido de hoy por Luis García, que presumiblemente actuará como enganche, la misma función de Raúl, aunque también podría dejarse caer a una de las dos bandas. "Si pudiera, sacaba a los 23", corroboró el seleccionador, satisfecho porque "todos los jugadores llegan al torneo bien físicamente. Albelda también va a ser importante; yo no distingo entre peloteros y musculosos como vosotros los periodistas. Van a jugar todos y debemos empujar todos. Vamos a ser verdaderos. España no es una grande históricamente en este evento, pero espero que no fallemos".
Recuperó ayer el técnico español su carácter dicharachero y alternó las cuestiones tácticas con las bromas. Así, por ejemplo, anunció que Villa es el primer encargado de tirar los penaltis por delante de Torres y Raúl, y después cuando se le preguntó si era un hombre con suerte respondió: "Cuanto más trabajo, más suerte tengo, aunque no me ha tocado el Euromillón como a la irlandesa, que esa sí tiene el culo más grande que la pipera de la calle de Montera esquina Gran Vía". Incorregible Luis.
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