76.000 euros en cinco meses
Una cosa es sancionar y otra cobrar las multas. Lo primero es rápido: se extiende la multa y ya está. Pero lo de cobrar no es tan automático. A tenor de los datos facilitados ayer por el consistorio, después de los cinco primeros meses de vigencia de la ordenanza, se han cobrado 76.000 euros.
De esta cantidad, 28.000 corresponden a la modalidad de pronto pago; es decir, de los ciudadanos que optan por pagar inmediatamente, antes de recibir la notificación en su domicilio.
De las 17.000 sanciones impuestas, unas 4.000 ya habrán sido notificadas y el resto está en proceso. Se trata de un trámite que se prolonga durante meses. Unos tres o cuatro antes de recibir la primera notificación, a la que sigue una segunda para, por último, iniciar el expediemte de apremio y embargo en última instancia si no se ha pagado y tampoco se ha recurrido contra la sanción.
"Por eso insistimos en que es difícil, por ahora, calibrar si se paga más o menos que antes. Creo que será necesario llegar a finales de año para poder comparar", afirmó la edil Assumpta Escarp.
El consistorio también se prepara para incrementar el dispositivo para poner coto a los turistas que se saltan las normas de convivencia. La ordenanza ya establece algo parecido a un procedimiento rápido para los visitantes que tengan algún comportamiento incívico. Orinar en la calle y beber es lo más frecuente. Ya se aplicó en Semana Santa con el resultado de 26 sanciones cobradas: 16 de ellas por beber en la calle y otras 10 por orinar en el espacio público. "Seguro que la llegada masiva de turistas de verano comportará un incremento de esas actitudes y requerirá más esfuerzo", pronosticó Escarp, quien no ocultó que en no pocas ocasiones el turista da una dirección falsa a los agentes cuando es pillado orinando en la calle.
Lo que también se intensificará en esta campaña de verano es el control de las playas. Más concretamente, de los bañistas que se saltan la indicación de la bandera roja -prohibición de bañarse- y de las que prohíben meterse en el mar en las zonas de los espigones.
"No se podía hacer otra cosa que advertir o gritar, pero nada más. Ahora, con la nueva ordenanza se puede sancionar", aclaró la edil. Y desde el inicio de la temporada de playas ya se han puesto 15 multas a bañistas.
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