El Joventut fuerza el quinto partido

En un encuentro cargado de tensión, de faltas personales -se pitaron hasta tres antideportivas- y de pequeñas tanganas, el DKV Joventut impuso su mejor juego, consumó el remonte -llegó a Badalona con 2-0- y forzó a Unicaja a disputar un quinto partido para conquistar la plaza que queda libre en la final de la ACB.

La Penya gestionó el partido según sus intereses, imprimiendo siempre un ritmo muy elevado, especialmente cuando Huertas, obligado por las personales de Bennett, tomó la dirección verdinegra. Esa circunstancia, sumada a la gran defensa que exhibió de nuevo el equipo de Aíto, y al desacierto de los malagueños Herrmann y de Garbajosa, le permitió al Joventut jugar, casi siempre, con el marcador a favor (27-19).

Muy confiada en sus posibilidades, con Mumbrú y Betts muy acertados, la Penya ni siquiera se inquietó cuando, en el segundo cuarto, Pietrus aprovechó la pájara verdinegra para avanzar a Unicaja en el marcador: 40-41. El equipo de Aíto regresó del descanso renovado y, con un parcial de 10-0, recuperó el mando del encuentro. Todos los intentos de Unicaja -cambió su defensa a zona, pero tampoco funcionó- fueron vanos. El próximo martes, en Málaga, se sabrá quién acompaña al Tau en la final.