"No sale a cuenta cablear ciudades medianas"

Jean-Yves Charlier (Lieja, 1964) es el máximo ejecutivo de COLT Telecom desde agosto de 2004, procedente de la británica BT. Quizás por ello, tiene más de caballero inglés que de belga. Su porte y educación son exquisitos, además de hablar un inglés bastante clarito, pese a su máster en Administración de Empresas en la prestigiosa Wharton School estadounidense. Recientemente, ha estado en Barcelona para poner en marcha un Centro de Atención al Cliente (CIM, en sus siglas en inglés), que dará servicio en 10 idiomas diferentes.

Pregunta. ¿Por qué este centro y en Barcelona?

Respuesta. COLT siempre ha estado muy enfocado a la calidad de servicio a las empresas, a diferencia del operador principal en España, Telefónica. Y dentro de esta estrategia, un elemento clave es seguir invirtiendo en mejorar la calidad de servicio y en ofrecer todo todo tipo de ayuda a las empresas 24 horas, siete días a la semana. De ahí, un CIM de primer nivel: a medio plazo vamos a crear 250 trabajadores con una inversión de cinco millones de euros.

"Apostamos por Barcelona por la capacidad de conseguir talento joven, por su entorno multilingüe y porque la gente quiere trabajar allí"

Y en Barcelona, en lugar de Irlanda, por ejemplo, pues por varios motivos: capacidad de conseguir talento joven, entorno multilingüe, ventaja en costes y lo atractivo de venir a trabar a Barcelona dos o tres años.

P. ¿Ventaja en costes? ¿A qué se refiere?

R. Hay que tener en cuenta varios factores, más allá de los costes estrictos. No buscábamos únicamente el lugar más barato. Hemos visto ciudades como Londres o París, ciertamente mucho más caras. Pero balanceando todos los elementos que he citado anteriormente, Barcelona resulta más atractiva que Irlanda, además de contar ya con unas instalaciones.

P ¿Está satisfecho de la evolución de COLT en España?

R. No damos datos de ninguna subsidiaria, pero España está consiguiendo resultados por encima del conjunto de la compañía: en 2005 facturó 120 millones de euros y es una de las filiales que da más beneficios netos. El mercado español es muy atractivo, por eso estamos invirtiendo mucho.

P. ¿Cuánto?

R. La inversión acumulada de COLT en España desde que comenzó a operar en 1998 hasta 2005 supera los 282 millones de euros. Durante 2006 estamos ampliando los centros de datos de Madrid y Barcelona. En nuestra expansión en España invertimos cada año entre 20 y 30 millones de euros.

P. Tiene cableadas Madrid, Barcelona y Valencia. ¿Qué planes tiene para España? ¿Piensa en otras ciudades, como Sevilla, Bilbao...?

R. Primero, nuestro foco son las empresas, no el sector residencial. Por tanto, nuestra cobertura geográfica se basa en las zonas más desarrolladas. El segundo punto de nuestra estrategia es desarrollar nuestra propia infraestructura de fibra óptica para interconectar los edificios de las empresas punto a punto. Sí estamos viendo, sin embargo, que para dar servicio a las pymes tenemos que utilizar el bucle local [utilizando la red de Telefónica que va desde la central al domicilio del abonado], lo que se conoce como última milla. En un principio, no creemos que haya un retorno de la inversión en ciudades como las que usted ha citado como para invertir en red de fibra óptica. Donde no salen los números, ya estamos dando servicios con otras tecnologías, como el ADSL, porque muchas empresas tienen oficinas fuera de las tres grandes ciudades.

P. ¿Cuáles son los planes de COLT a nivel global?

R. La innovación es el primer elemento que lidera nuestra estrategia de futuro. En este punto, es muy importante la convergencia con los entornos IP, como la solución de telefonía IP que hemos lanzado en los 13 países donde operamos. Nos hemos convertido en el primer operador alternativo en lanzar un servicio de estas características a nivel paneuropeo con tarifas planas. Otro factor importante es seguir construyendo nuestras propias infraestructuras, como la ampliación de este centro de datos [Barcelona], con el objetivo de poder ofrecer cada vez mayor valor añadido a las empresas.