La naranja parabólica
Televés ha vendido 350.000 descodificadores en seis meses
La carrera por la televisión digital terrestre (TDT), acelerada ante la inminencia del Mundial de Fútbol de Alemania, ha disparado en los últimos meses la demanda de antenas y descodificadores. Pero los directivos de Televés, la empresa gallega líder del sector en España y una de las cuatro principales del mundo, aseguran que no les ha cogido de sorpresa. En lo que va de año han vendido 250.000 antenas y 350.000 descodificadores de un modelo propio del que poseen la patente europea. El año pasado creó una filial en Estados Unidos.
La compañía tiene capacidad para producir un millón de antenas y cuenta con un equipo de investigación con 65 personas
La firma gallega ondea su marca en el Parlamento británico, la torre Trump de Nueva York, la residencia del Papa o el palacio del sultán de Brunei
La implantación de la TDT ha brindado una nueva oportunidad de crecimiento a una empresa de alta tecnología que mantiene su capital familiar y su centro de producción en Santiago.
"Lo podemos decir claramente: nunca nos vamos a deslocalizar", proclama, como una declaración inicial de intenciones, el director general adjunto de la compañía, Jorge Lorenzo, tras unos meses de efervescencia en los que se han duplicado los pedidos. "Pronto exportaremos el 50% de nuestra producción, que vamos a seguir manteniendo aquí en Santiago. Aspiramos a que no se nos vea como una empresa española que exporta sino como una compañía europea con vocación internacional. Pero continuaremos instalados en la periferia".
Televés -y hay más casos en Galicia- es como una rara planta que creciese en un erial. Hace medio siglo, un farmacéutico de Santiago de Compostela, Ricardo Bescansa, descubrió la televisión durante un viaje a Lisboa. Dicen que era un hombre atento a los avances de la ciencia y que regresó a casa con la idea de un nuevo negocio relativamente asequible incluso desde una ciudad sin ninguna estructura industrial: la fabricación de las antenas que estaban empezando a cambiar el paisaje aéreo de capitales como Lisboa. Junto a otros dos socios fundó Televés en 1958. Las tres familias fundadoras y el consejero delegado mantienen desde entonces el accionariado.
Tres décadas después de la fundación, la compañía dio su gran salto internacional con la aparición de la televisión por satélite. Fue entonces cuando empezaron a salir las primeras parabólicas naranjas de la factoría del barrio de Conxo, en Santiago. Hoy, los folletos de Televés muestran con orgullo los edificios famosos en todo el mundo que reciben la señal televisiva a través de los artilugios que diseña y fabrica la firma gallega: el Parlamento británico, la torre Trump de Nueva York, la residencia del Papa en el Vaticano o el esplendoroso palacio del sultán de Brunei.
Flexibilidad
"Hoy tenemos capacidad para producir un millón de antenas y un equipo de investigación con 65 personas", afirma Lorenzo. "Nuestra posición periférica fue una desventaja al principio y luego acabó convirtiéndose en una ventaja competitiva. Nos obligó a mantener integrada aquí toda la producción y eso, a la larga, nos aportó flexibilidad, autonomía y el control de todos los procesos".
En la factoría de Santiago se mezclan la ferretería y el diseño tecnológico. Mientras en una nave se fabrican las cajas para los enchufes de la conexión televisiva, los robots ideados por los propios técnicos de la industria ensamblan en otra los circuitos electrónicos, y los ingenieros trabajan en los laboratorios diseñando nuevos componentes.
"Tenemos procesos de fabricación de vanguardia, disponemos de autonomía para realizar nosotros mismos el control y la prueba de nuestros diseños, y contamos con un departamento propio de patentes", afirma el director de estrategia, José Luis Fernández Carnero, antes de añadir con una sonrisa: "Y, sobre todo, ponemos mucha pasión en todo lo que hacemos".
Un grupo de 16 empresas
Desde hace casi 20 años, las parabólicas de color naranja, un distintivo de Televés, asoman en los tejados de más de 80 países de los cinco continentes. La compañía se ha transformado en un grupo de 16 empresas, que abarcan todos los servicios de telecomunicaciones para el hogar, con filiales en el Reino Unido, Francia, Portugal, Italia, Estados Unidos y los Emiratos Árabes, con unas ventas totales el año pasado de 155 millones de euros y una plantilla de 673 trabajadores. De entre sus productos más recientes destacan antenas que se pueden accionar e incluso reparar por control remoto. Pensadas e ideadas, como todo lo demás, en una fábrica medio oculta en un barrio de Santiago.
Televés mantendrá en 2006 el ritmo de sus inversiones, así como el equipamiento de su nuevo centro Logístico de Operaciones de Sigüeiro, Oroso, que entrará en funcionamiento en marzo de 2007.
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