El calor caribeño derrite a Suecia
La novata Trinidad y Tobago sorprende a un rival con un juego triste que no supo cómo justificar un empate con sabor a derrota
El color y calor del Caribe brilló más que la palidez y frialdad nórdica en la solana de Dortmund. La experta Suecia no pudo con la novata y pequeña Trinidad y Tobago en un partido sorprendente por el resultado y también por el escaso juego. La muchachada de Leo Beenhakker se desplegó con especial entusiasmo y celebró el empate a cero como si hubiera alcanzado una goleada. Al fin y al cabo, para sus futbolistas el debut tenía un aire de final, y de ahí la algarabía que montaron una vez acabado el encuentro, con el seleccionador saludando a los seguidores, todos muy felices. El interés de Trinidad y Tobago por protagonizar un estreno glorioso contrastó con la tristeza de Suecia, que daba el triunfo por descontado y después no supo cómo justificar un empate con timbre de derrota.
RESULTADO
Trinidad 0 - 0 Suecia
Los suecos se las prometían muy felices. Nadie daba un duro por los chicos de Beenhakker, jugadores que en su mayoría milita en las divisiones inferiores del fútbol británico, a excepción del veterano Dwight Yorke, que fue campeón europeo con el Manchester. Parecía un partido sencillo para el plantel de Lagerback. Aunque había ciertas sospechas sobre su juego, a Suecia sólo se le pedía un triunfo ante un rival que acudía por vez primera a un torneo de máxima exigencia. No era una cuestión de defensas y de medios sino simplemente de aguardar a que Larsson, Ibrahimovic o Ljunberg acertaran en una de las muchas ocasiones que seguramente caerían.
Remataron por supuesto varias veces los delanteros suecos, y sin embargo no encontraron la portería. Hasta Larsson acabó desquiciado y cargando con una tarjeta amarilla por una patada por detrás a Gray después de perder el último balón frente al guardameta Shaka Hislop, que como ocurre en partidos de tal calado se convirtió en el héroe de la tarde, con intervenciones muy brillantes. Más que por el juego, el encuentro dará para historias como la de Hislop, portero del West Ham, ingeniero mecánico de profesión, que a sus 36 años alcanzó la titularidad porque en el calentamiento previo al partido se lesionó Kevin Jack, y desde hoy es ya un héroe nacional como Ato Boldon o Yorke.
Suecia se confió después de un arranque prometedor. No le dio mayor importancia a sus primeros remates fallados y habilitó de forma inesperada a su adversario, que dispuso incluso de un balón de gol en un remate de Glen a la cruceta cuando ya actuaba en inferioridad numérica por la expulsión, nada más empezar el segundo tiempo, de Avery John, que comenzó el partido arrollando a dos suecos y al árbitro para rematar después a Wikhelmsson.
Poderoso físicamente, el equipo de Beenhakker ganó al rival por un cuerpo de ventaja en la mayoría de jugadas. Pecó Suecia de lentitud y le faltó imaginación pese a la presencia de Ibrahimovic, un delantero que acostumbra a encontrar soluciones a los mayores problemas. Tampoco llegó el gol inevitable de Larsson ni los centrocampistas atinaron en sus llegadas. Los nórdicos fueron estériles ante la portería tanto cuando jugaron en corto como en largo, igualmente cuando jugaron con dos que con cinco delanteros. No hay manera. Los suecos llevan 48 años sin ganar su primer partido en el Mundial mientras hay fiesta en Trinidad Tobago porque nunca soñó con un estreno tan feliz.
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