La aerolínea Cathay Pacific compra su rival Dragonair para entrar en China
La aerolínea de bandera de Hong Kong, Cathay Pacific Airways, ha consolidado su futuro al adquirir la mayoría del accionariado -y el control- de su competidora Dragonair, de la que va a servirse para penetrar en el competitivo, y estrictamente regulado, mercado chino.
Según el acuerdo, Cathay Pacific desembolsará 1.058 millones de dólares (836 millones de euros) y pasará a controlar el 82,21% de Dragonair, que se convierte ahora en su subsidiaria. Hasta ahora, Cathay contaba con el 17,8% de la compañía, mientras que su propietaria mayoritaria era China National Aviation Company (CNAC), una filial de la primera aerolínea del país asiático, Air China. Los gigantes CITIC Pacific y Swire Pacific, que también contaban con un porcentaje minoritario en Dragonair, son los dueños principales de Cathay Pacific.
Como complemento, Cathay Pacific aumentará su participación en la mal gestionada Air China, la niña de los ojos de la aviación del país asiático, del 10% al 20%, o a cambio de 528 millones de dólares. Este complejo acuerdo debe garantizar la entrada de Cathay Pacific en el estricto mercado doméstico chino, al que los reguladores de Pekín le han venido negando la entrada en la última década y media. La clave reside en que Dragonair vuela a 23 destinos en China, y domina la beneficiosa ruta Hong Kong-Shanghai, donde Cathay Pacific, hasta ahora, no había conseguido penetrar.
Según Jim Eckes, uno de los principales analistas del sector, "con esta fusión, los vuelos de Dragonair a Bangkok, Taipei y Japón serán cancelados, ya que Cathay ya sirve esas rutas".
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