Benjamín Escoriza se quita las gafas

Parapetado tras sus sempiternas gafas oscuras, el bueno de Benjamín Escoriza (Colomera, Granada, 1953) no sólo disimula alguna arruga que otra, sino también una timidez henchida de ternura que tal vez sus seguidores nunca acertarían a atribuirle. Saleroso y chuleta en el mejor sentido del término cuando está subido a un escenario, el Escoriza de a pie de calle es un hombre campechano, humilde y tan sentimental como para titular su primer disco en solitario con una expresión sureña, ¡Alevanta!, con la que su padre le azuzaba por las mañanas cuando se le quedaban pegadas las sábanas. "Sí, soy una persona bastante nostálgica. Me ha salido un disco basado en recuerdos y en vivencias, aunque en lo musical siempre me interese evolucionar y tirar p'alante", confiesa con una mirada desnuda y pudorosa. Pero aclara: "Conste que me volveré a calzar las gafas desde la primera actuación. Así no me intimida ver a tanta gente desde ahí arriba. Y además, casi siempre canto con los ojos cerrados

Benjamín es desde hace tres

lustros la voz y principal emblema de Radio Tarifa, una de las mejores formaciones étnicas que ha dado este país, por mucho que su fusión de elementos flamencos, arábigos y mediterráneos siempre haya gozado de mayor predicamento en el Reino Unido o en América del Norte que por tierras ibéricas. "Supongo que nuestro primer disco, Rumba argelina, resultaba un poco rarillo en aquella España de 1992. Por eso nunca disfrutamos de un público demasiado amplio", reflexiona. Y anota, divertido: "Mejor que haya sido así. Hemos dado tres vueltas al mundo y actuado hasta en Jerusalén, pero podemos seguir paseando por la calle sin que nos conozca ni Cristo. Hasta en las radios, cuando nos pedían alguna entrevista, casi siempre nos terminaban confundiendo con Radio Futura".

Después de tres álbumes en estudio y uno en directo, la alianza de Escoriza con Vincent Molino y Faín Sánchez Dueñas parece tocar a su fin. El grupo aún tiene una docena de conciertos comprometidos hasta septiembre, pero luego entrará en fase de hibernación. "En Radio Tarifa llevábamos algunos años apalancados. Ahora es el momento de respirar nuevos aires, de ganar un poco de vidilla. Faín y Vincent son muy buena gente, pero en un grupo siempre surgen roces y diferencias. Por eso hemos decidido congelar el proyecto. A lo mejor lo descongelamos dentro de unos años, o quizá ya se quede así para los restos...". Mientras el trío languidecía, ¡Alevanta! (18 Chulos Records/El Diablo) se iba fraguando durante estas tres últimas temporadas en el rudimentario estudio casero de Escoriza, aprovechando los tiempos muertos entre gira y gira. Su obsesión consistía en dar forma a un disco fresco, directo y espontáneo, en el que ningún corte tuviera demasiado que ver con el siguiente. Así, Rumba del 14 rescata una añeja melodía que Benjamín le escuchó al cantaor Antonio Benamargo; Paquita la Guapa apuesta por un ritmo casi tabernario, no muy alejado en esencia del raï; Niña encierra aromas de vals afrancesado, y el Rap de Marrakech demuestra que el autor, padre de dos chavales adolescentes, no permanece ajeno a las nuevas formas de expresión.

Para rematar esta poliédrica apuesta por el eclecticismo, el primer vídeo musical en la historia de Escoriza se ha grabado en torno a El reloj, una pieza de pop-rock por mucho que los arreglos le impriman un toque moruno. "El lenguaje del rock me queda muy lejos", admite el artista granadino, "pero no desecho de partida ningún elemento. Y aunque yo me decante por lo flamenco, sefardí, medieval y argelino, miro con simpatía cualquier género que se me ponga por delante. Toda la música, quillo, es de por sí una de las cosas más grandes que tenemos en este mundo tan enloquecido".

Superada la fase de apalancamiento, Benjamín Escoriza parece haber cogido carrerilla. Acaba de grabar dos temas con la turca Seuval, muy popular en su país como presentadora televisiva, y se confiesa "rejuvenecido" con la nueva criatura discográfica. Por eso, aunque vuelva a escudar su timidez tras las lentes oscuras, quizás esta vez entorne un poco la mirada, a ver qué escudriña en los rostros de las primeras filas.

¡Alevanta! se presenta el día 15 en la sala Galileo Galilei de Madrid.