Homenaje a los 'dioses'
Unos 160 campeones del mundo protagonizarán una ceremonia inaugural de media hora en la que sólo hablará el presidente de Alemania
Antes de que el balón ruede en el estadio WM de Múnich, la organización del Mundial habrá dedicado un homenaje al fútbol como prólogo de la fiesta del balón. Un homenaje al fútbol vivo y al fútbol que se ha ido. En el majestuoso recinto muniqués, la FIFA ha reunido a todos los campeones mundiales vivos (unos 160 aproximadamente), es decir a los que han vivido el máximo éxito al que un futbolista puede aspirar. Son los triunfadores de la historia del fútbol y el fútbol básicamente está construido por los éxitos, no por los fracasos.
Después, antes de que Alemania y Costa Rica den comienzo al partido inaugural, se guardará un minuto de silencio por los futbolistas fallecidos este año. Según señaló ayer el máximo mandatario del organismo internacional, Joseph Blatter, la idea surgió del ex internacional argentino Leopoldo Luque, que propuso honrar la memoria de todos los futbolistas fallecidos durante este año, con especial recuerdo para el español Telmo Zarra, el norirlandés George Best, el colombiano Elson Becerra, el brasileño Tele Santana y el inglés Peter Osgood. Además, la FIFA decidió ampliar este minuto de silencio al reciente fallecimiento de los padres de los futbolistas Oswaldo Sánchez (portero de México) y Leandro Cufré (defensa de Argentina).
Pelé y Claudia Schiffer portarán la Copa del Mundo en un acto tan emotivo como sencillo
"La ceremonia inaugural en Múnich se diferenciará en un punto de todas las anteriores: por primera vez en los cien años de historia de la FIFA todos los campeones del mundo que aún viven están invitados", aseguró la FIFA.
La ceremonia inaugural comenzará a las 16.23 minutos y estará marcada por muchos elementos de la tradición bávara como los típicos vestidos de cuero o las procesiones de tamborileros. Por supuesto, tendrán cabida símbolos representativos de los cinco continentes.
El momento culminante de la ceremonia será la presentación de todas las selecciones campeonas del mundo, primero con imágenes de vídeo y luego con la entrada de los supervivientes de todos los equipos que han ganado el título. El protagonismo de Brasil, que con sus cinco títulos es el país que más jugadores aporta (55), lo copará Pelé, que portará la Copa del Mundo junto a la modelo Claudia Schiffer. Le sigue Argentina con 33 ex futbolistas, encabezados por Maradona y Mario Alberto Kempes. Antognoni lidera la representación de Italia, acompañado por Bergomi y Tardelli, mientras que Inglaterra, que ganó en 1966, contará con sir Bobby Charlton. Deschamps campeón en 1998, liderará a Francia. Uruguay con dos títulos, sólo podrá contar con Gigghia de entre aquellos que protagonizaron el maracanazo en 1930. Cuando todos los campeones del mundo estén en el campo una pantalla mostrará escenas de como ha vivido la afición mundiales del pasado y luego harán su entrada el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, el presidente alemán, Horst Kohler, y el presidente del Comité Organizador, Franz Beckenbauer. "La gente quiere ver fútbol, así que no conviene alargar los discursos", dijo Blatter hace unos días.
Kohler procederá después a inaugurar el Mundial y será seguido por un epílogo musical en el que se presentará la canción del torneo, compuesta por el músico alemán Herber Gronemayer, en sus versiones alemana e inglesa. También se anuncia las actuaciones de Toni Braxton, ganadora de un premio Grammy, junto al cuarteto de opera pop Il Divo.
Hacia las 16.55 los participantes en la ceremonia empezarán a abandonar el campo y se procederá a desmantelar el escenario para que el campo esté listo a las 17.10 para que los equipos de Alemania y Costa Rica puedan empezar a realizar los ejercicios previos al partido.
La sencillez del acto reunirá a unos 1.400 participantes dirigidas por Christian Stueckl que ha anunciado "una fiesta, pero sólo una linda fiesta vespertina". "No cometan el error de compararla con los Juegos Olímpicos, dijo Wolfdgang Niersbach, vicepresidente del comité organizador. En este sentido, añadió que en un Mundial sería imposible traer a los jugadores de los 32 equipos a participar en un desfile como ocurre en la cita olímpica. "Será una breve bienvenida al mundo", resumió Niersbach.
La minuciosidad de la programación prosigue después de la estricta ceremonia inaugural. La FIFA ha dado también instrucciones para los minutos previos al inicio de cada partido. Los equipos deben abandonar su vestuario diez minutos antes de que comience el partido. Un minuto después, los jugadores se reúnen a escasos metros del acceso al estadio. Allí el equipo arbitral revisa las indumentarias. Los dos equipos deberán saltar al campo ocho minutos antes del comienzo del encuentro para proceder a interpretar los himnos, realizar las fotos de rigor, sorteo de campo e intercambio de regalos.
Hoy a las 18.00 Alemania y Costa Rica iniciarán este ritual que en julio elevará la cifra de futbolistas que han tenido el placer de conquistar la Copa del Mundo. A menudo acusada de pasividad y de no ser más que una máquina de hacer dinero, la FIFA ha puesto todo su empeño en la adopción de una serie de medidas que eviten la cara oscura del fútbol: la corrupción, los partidos amañados, el racismo, el dopaje... La FIFA desea transmitir el espíritu de limpieza y deportividad con un Mundial que pase a la histora.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.