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Crónica:Tenis | Roland Garros
Crónica
Texto informativo con interpretación

Federer recupera su mejor juego

El suizo no da posibilidades a Berdych mientras caen Robredo, Mauresmo y Sharapova

No parece contar nada más en el torneo de Roland Garros que el camino que siguen Rafael Nadal y Roger Federer hasta el que debería ser su encuentro en la final del próximo domingo. Todo el mundo coincide en que el español protagonizó ante el francés Paul-Henri Mathieu el mejor partido de la primera semana. Y la mayoría de los especialistas están de acuerdo también en que a Federer le estaba costando encontrar su mejor nivel de juego. Sin embargo, ayer, el número uno realizó una auténtica demolición del checo Tomas Berdych (20º de la clasificación mundial a sus 20 años) por 6-3, 6-2 y 6-3 y se plantó con todo su potencial en los cuartos de final, en los que mañana se enfrentará al croata Mario Ancic.

Es difícil augurar si su partido será más o menos duro que el de octavos de final de Nadal. Lo cierto es que el mallorquín se enfrentará hoy a un ex número uno, el australiano Lleyton Hewitt, lo cual siempre supone un elemento de preocupación. Y más teniendo en cuenta que Nadal está todavía en la vía de encontrar su mejor juego y que el australiano le ha ganado las tres veces en que se han enfrentado, la última el año pasado en el Open de Australia, en el que tuvieron que agotar las cinco mangas. En realidad, Hewitt es el único ex número uno que tiene un balance de victorias favorable contra Nadal.

Ayer, Nadal realizó un entrenamiento suave por la tarde con su tío y entrenador, Toni Nadal, y prepararon un partido que habrán repasado mentalmente muchas veces. "¿Quiere que le cuente todos mis partidos contra Hewitt con detalle?", respondió Nadal para demostrar que no ha olvidado nada de lo ocurrido en sus tres enfrentamientos previos y tal vez tampoco alguna de las provocaciones habituales del australiano hacia sus rivales cuando los partidos se le complican.

"Nadal será uno de los mejores jugadores de la historia en tierra batida", dijo ayer el estadounidense James Blake tras perder contra el francés Gael Monfils y quejarse de la actitud del público, que le molestó durante los puntos. "Federer tiene mentalidad para ganar a Nadal, pero Rafael es un excelente jugador de tierra. Hay otros buenos, pero ninguno juega como ellos".

Federer no lo tendrá fácil frente a Ancic, a quien supera por dos victorias a una. Sin embargo, será un partido de menos desgaste del que habría tenido con Tommy Robredo si al de Hostalric no se le hubiera escapado la oportunidad que tuvo de eliminar a Ancic y meterse en los cuartos de final por segundo año consecutivo. Perdió en cinco mangas y llegó a dominar el partido por dos a una. Pero en los momentos decisivos o no le acompañó la suerte o le faltó decisión. Con 5-2 en contra en el set final, Ancic vomitó en la pista mientras el fisioterapeuta de la ATP estaba atendiendo al español de calambres. Luego, tras recuperar el servicio perdido, ya con 5-5, Ancic tuvo que ser asistido de calambres y pareció que iba a perder. Pero Robredo no supo rematarlo.

Le ocurrió algo parecido a la número uno del mundo, la francesa Amelie Mauresmo, y a la diva rusa María Sharapova, de 19 años. Mauresmo parecía llamada a ganar su primer Roland Garros, básicamente porque debía haberse liberado de la presión tras ganar el Masters el año pasado y su primer grand slam en Australia. Sin embargo, tras perder la primera manga, la checa de 17 años Nicole Vaidisova se encontró con una jugadora atenazada por los nervios que fue incapaz de seguir plantándole cara. Mauresmo perdió por 6-7 (5-7), 6-1 y 6-2 y se quedó en los octavos. Sharapova ganaba a su compatriota Dinara Safina, de 20 años, por 5-3 en la primera manga y por 5-1 en la tercera y acabó perdiendo por 7-5, 2-6 y 7-5. "¿Qué pasó por su cabeza cuando estaba 5-1 abajo?", le preguntaron a la hermana de Marat Safin. Y ella no se lo pensó dos veces: "Me estaba divirtiendo y no quería abandonar la pista. Así que me dije que para seguir ahí debía jugar mejor. Tenía que hacerla correr y comencé a atacar y a buscar las líneas. Creo que desde aquel momento jugué muy bien".

Roger Federer lanza, de recuerdo, la muñequera al público.
Roger Federer lanza, de recuerdo, la muñequera al público.REUTERS

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