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El Alinghi, Fernando Alonso y el lado oscuro

El discurso del candidato socialista a la presidencia de la Generalitat tuvo ayer un objetivo central, la persona de su rival directo. El Comité Nacional del PSPV se congregó para refrendar la unidad en torno al aspirante sin otros contenidos en el orden del día. Los escarceos en torno a la próxima candidatura socialista a la alcaldía de Valencia no fueron siquiera mencionados. O tal vez sí.

Joan Ignasi Pla reivindicaba una actitud cooperativa hacia el Gobierno central, la necesidad de "aportar valor añadido al Estado", cuando deslizó un primer simil deportivo: "Yo no quiero que otros vengan aquí a disputar la Copa del América, yo quiero disputarla y ganarla. Hemos de dejar de lamentarnos y ponernos a trabajar para aportar valor añadido. El pueblo que avanza es el que genera las patentes del Alinghi. Lo puede manejar cualquiera, pero el que gana es el pueblo capaz de aportar su valor añadido".

Cuando se acercaba al final de su intervención, el candidato socialista recurrió otra vez al deporte: "Sois la vanguardia del partido, tenéis que estar a la altura de las circunstancias, tenemos que cambiar al PP. Aquí no sobra ninguno, ni ninguno es imprescindible. Pero esta vez vamos muy fuertes y no nos van a parar. Vamos en Fórmula 1. Casi me siento Fernando Alonso. No nos van a ganar en carrera, y eso si no les tiran los jueces antes".

El equipo salió a relucir en otro momento del discurso de Pla, en una digresión que culminó con reminiscencias cinematográficas. "Tenemos un gran reto colectivo. No es de Joan Ignasi Pla, que lo es; no es del partido socialista, que lo es; sino del conjunto de la Comunidad Valenciana, que necesita aire fresco, pasar de la atonía, de la apatía y del 'eso no va conmigo' a 'o me implico o esto será irrespirable', 'o participo, o el lado oscuro será cada vez mayor".

Y como primera medida institucional para combatir las sombras y reivindicar la decencia exigible a todos los que se dedican a la gestión de la cosa pública, Pla anunció una iniciativa parlamentaria, una ley de transparencia que establezca que todos los cargos políticos "declaren su patrimonio y detallen sus bienes al acceder y al dejar el cargo".

"El que no tiene nada que ocultar no tiene miedo", se descaró, "pero estoy seguro de que tumbarán la proposición de ley, porque en el PP hay al menos uno, o dos, o ..." -el coro de dirigentes socialistas que seguía el discurso del candidato cantó hasta seis- "que no pueden justificar su incremento patrimonial sólo con el sueldo de un político".

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