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Reportaje:HYUNDAI SANTA FE 2.2 CRDI STYLE 7 PLAZAS | PRUEBA

Un familiar para todo con siete plazas

El Santa Fe es un coche con buenos argumentos que demuestra la capacidad de las marcas coreanas para mejorar su calidad y adaptarse a los gustos occidentales. Este 4×4 recoge la versatilidad de los todoterrenos para circular en asfalto y campo, y añade un interior amplio y similar al de los monovolúmenes, con siete plazas muy flexibles que permiten variar el reparto del espacio en un momento. El resultado es un modelo muy bien dotado para resolver las necesidades de una familia numerosa, que añade además una calidad de conjunto notable y un funcionamiento refinado. Pero las mejoras se reflejan en los precios (desde 32.000 euros) que ya no son ninguna ganga, aunque al menos incluyen un equipo de serie superior a la media que maquilla su menor competitividad.

Más información
Suave y silencioso

Silueta moderna y buena presencia

La línea del Santa Fe refleja las últimas tendencias de los todoterrenos, con unas formas redondeadas que suavizan los ángulos cuadrados habituales en estos coches.

El frontal parece inspirado en el Nissan Murano y fusiona el parachoques con el resto de la carrocería para ofrecer una imagen más elegante. Lleva la base del parabrisas muy adelantada para afinar la aerodinámica e incluye una gran parrilla que imprime carácter. El lateral, con un nervio asecendente en las puertas, integra bien el tercer cristal, y el portón inclinado hacia delante aligera una zaga robusta. Pero lo importante es que tiene un aspecto moderno que entra por los ojos y no desmerece frente a sus rivales.

Hasta siete plazas

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Con este coche, Hyundai quiere aprovechar el tirón de los todoterrenos grandes de lujo ofreciendo una propuesta más asequible. El Santa Fe mide ahora 4,65 metros de largo, 17,5 centímetros más que el anterior, es siete más ancho y cinco más alto, pero como mantiene las proporciones no parece mucho más grande. El crecimiento ha permitido añadir una tercera fila de asientos opcional que amplía su mercado y refleja una tendencia, adelantada ya en el Audi Q7, que pronto ofrecerán el futuro BMW X5 y otros 4×4 de lujo.

Con esta base, el Santa Fe cuenta con un interior muy amplio y modulable, con dos buenas butacas delante y unas plazas traseras cómodas que permiten regular la inclinación del respaldo y ofrecen suficiente espacio para las piernas. Además se puede elegir entre un maletero enorme (774 litros) o una tercera fila con dos plazas más que sirven para niños o adultos en trayectos cortos. La configuración interior se puede variar plegando los asientos y tiene muchos huecos por todas partes -repisas, bandejas, posavasos- que resultan prácticos.

Las virtudes del modelo se completan con una calidad de acabado notable, un diseño atractivo y materiales vistosos que, unidos a unas suspensiones cómodas y una insonorización muy lograda, permiten viajar en familia con un confort a la altura de los mejores 4×4.

Dos motores y dos acabados

La gama incluye dos motores, un 2.2 turbodiésel de 150 CV (desde 32.000 euros) y un 2.7 V6 de gasolina con 189 CV (35.500) siempre con tracción 4×4. El primero lleva cambio manual de serie y tiene un automático secuencial opcional, los dos de cinco marchas. El V6 sólo se vende con un automático secuencial de cuatro. Se ofrecen en versiones de cinco y siete plazas (1.000 euros más) y hay dos acabados. El Comfort incluye ya seis airbags, ABS, ESP, climatizador, radiocasete y CD, ordenador de viaje, llantas de 17 pulagadas, otros detalles y tres años de garantía. El Style añade tapicería de cuero, asientos delanteros eléctricos, techo solar y llantas de 18 pulgadas.

Conclusión

El Santa Fe es un todoterreno moderno, completo y muy apropiado para familias numerosas. Tiene una línea atractiva, un interior amplio y bien acabado, y un funcionamiento refinado, con un turbodiésel potente y una estabilidad eficaz. No es el 4×4 grande más barato, pero incluye un equipo de serie que justifica lo que cuesta.

El Santa Fe tiene una imagen moderna y equilibrada. El frontal integra bien el parachoques, que mantiene el color de la carrocería, y se han redondeado todos los ángulos para estilizar la línea.
El Santa Fe tiene una imagen moderna y equilibrada. El frontal integra bien el parachoques, que mantiene el color de la carrocería, y se han redondeado todos los ángulos para estilizar la línea.CÉSAR LUCAS ABREU

UN COREANO ELEGANTE

El interior del Santa Fe, sobre todo en el acabado alto Style, tiene un aspecto atractivo y cuidado que rompe los tópicos sobre la baja calidad de las marcas coreanas. Los plásticos en dos tonos del salpicadero, los adornos cromados y de madera, y las tapicerías de piel crean un ambiente limpio, elegante y muy luminoso. Y la consola central integra el equipo de música.El 4×4 de Hyundai destaca por su capacidad y flexibilidad interior, que potencian sus virtudes familiares. Las plazas delanteras son algo justas en longitud, pero en las traseras se regula la inclinación de los respaldos y tienen suficiente espacio para las piernas. Y hay buenos huecos, con una guantera sobre el salpicadero, bandejas grandes en las puertas, apoyabrazos central con cofres en dos alturas, dos posavasos junto al cambio, portagafas, apoyabrazos atrás con posavasos... La tercera fila opcional incluye dos asientos aptos para niños y con un acceso correcto por el lado derecho (el asiento bascula) y más incómodo en el izquierdo (sólo se abate el respaldo). Y si se elige con cinco plazas, el maletero es enorme (774 litros), incluye dos bandejas compartimentadas bajo el piso y llega a 1.582 plegando los asientos posteriores. La zaga es algo recargada e incluye dos salidas de escape.

YA NO ES TAN BARATO

La versión básica Comfort del Santa Fe turbodiésel de cinco plazas no es más barata que otras alternativas similares, pero incluye un equipo de serie superior, con seis airbags, ESP y llantas de 17 pulgadas, y puede disponer de siete plazas (1.000 euros). El Ssangyong Kyron cuesta 5.000 euros menos, con reductora y control de descenso, pero tiene cuatro airbags y llantas de 16 pulgadas, y no incluye detalles como el ordenador de viaje. La diferencia con el Honda CR-V baja a 1.700 euros y los dos vienen casi igual de equipados, aunque el Honda acelera mejor y gasta menos. El Rexton, en cambio, cuesta 1.650 euros más con reductora, tiene mayor tamaño y es el único rival que puede incluir siete plazas opcionales (600 euros), pero equipa cuatro airbags menos y gasta más. Y el BMW X3 sale 5.800 euros más caro con un equipamiento similar y prestaciones muy superiores.

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