El Supremo ordena que se investigue a ex directivos de Banesto por denuncia falsa
El Tribunal Supremo ha resuelto que el Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona prosiga la investigación que interrumpió en 2004 por presunta denuncia falsa contra los ex directivos de Banesto Alfredo Sáenz, José Ángel Merodio, Rafael Jiménez de Parga y Miguel Ángel Calama. El juzgado apreció ese supuesto delito y pidió al fiscal y a las acusaciones que solicitasen la apertura de juicio oral o el archivo de la causa, pero los directivos de Banesto recurrieron y la Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona archivo el caso. Ahora el Tribunal Supremo ha ordenado que el juzgado prosiga las diligencias y es muy probable que se celebre juicio oral contra los banqueros.
El procedimiento judicial contra la antigua cúpula del banco arranca de 1995. Los denunciantes fueron Pedro Olabarría, los hermanos Luis Fernando y José Ignacio Romero y Modesto González Mestre. Todos ellos estuvieron imputados por el juez prevaricador Luis Pascual Estevill por estafa y alzamiento de bienes tras la denuncia presentada por Banesto, que les exigía el pago de una deuda inexistente de más de 700 millones de pesetas (4,2 millones de euros).
Tres de estos empresarios incluso permanecieron en prisión durante unos días. El juez les imputó actuando como sustituto del Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona, pero cuando el titular regresó los dejó en libertad, archivó el asunto y la Audiencia confirmó la decisión.
Tras su exculpación judicial, Olabarría y el resto de empresarios iniciaron entonces una doble batalla. Por un lado, contra Pascual Estevill, querellándose contra él y actuando como testigos de cargo en diversos procedimientos. Estevill acabó condenado en 1996 por el Tribunal Supremo a seis años de inhabilitación por prevaricación y detención ilegal de estos tres empresarios, lo que determinó su expulsión de la carrera judicial. También fue condenado a siete años de cárcel por delito fiscal y en otros nueve años de prisión por cohecho.
Por otro lado, los empresarios pleitearon también contra la dirección de Banesto, acusándoles de denuncia falsa. Pep López, abogado de los empresarios denunciantes asegura que "Estevill nunca hubiera actuado como lo hizo si no tuviera detrás a alguien que le azuzara, que en este caso fue Jiménez de Parga, como declaró en su día el propio juez". Por su parte, el abogado José Luis Jori, defensor de Jiménez de Parga, mostró su sorpresa por la decisión del Supremo y explicó que los hechos no son delictivos y, en todo caso, han prescrito.
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