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Cruce de denuncias por soborno

La plantilla y el presidente del Benidorm seacusan de intentar vender su partido con el Barça B

Juan Morenilla

Las acusaciones de soborno se multiplican en la Segunda División. La semana pasada, el Lorca aseguró que los jugadores del Valladolid estaban primados para perder ante el Levante. El Benidorm, de Segunda B, fue el domingo todavía más lejos. El presidente del club, Vicente Pastor, destituyó al entrenador, Ángel Pedraza, media hora antes del encuentro contra el Barcelona B al afirmar que varios jugadores del conjunto alicantino habían sido "comprados" para dejarse ganar. Pastor quitó de la alineación titular a tres, Raúl Garrido, Carlos y Javi Navarro, sobre los que dejó caer sus sospechas. Desde el vestuario, sin embargo, se sospecha que el comprado podía ser el mismo presidente, que echó así la culpa a los futbolistas, a través de su representante, Domingo Sevillano.

Según Pedraza, ex centrocampista del Barcelona, un jugador recibió una llamada telefónica anónima unos días antes avisando de "un arreglo" para perder. En juego, "cantidades bastante importantes", según un miembro de la plantilla. "Le dijimos al presidente que había un bulo en el vestuario. Estaba al corriente en todo momento. Yo llevé las conversaciones para esclarecer si es cierto o no y el equipo siguió con su marcha", explicó ayer Pedraza. Hasta el día del partido. Durante el calentamiento, el presidente le exigió que tres jugadores no fueran alineados por los rumores. "Me dicen que los cambie, que el partido está amañado y que hay jugadores tocados", recordó Pedraza.

El técnico recibió una alineación nueva, pero rechazó cambiar su equipo. Un empleado del club le exigió entonces que abandonara el campo y fuera a ver al presidente. De nuevo, se negó. Minutos después, el delegado acudió acompañado de las fuerzas de seguridad. "Me entregó una nota en la que decía que estaba destituido desde ese momento y que abandonase las instalaciones", dijo Pedraza.

El segundo entrenador, Ángel Vicó, siguió el mismo camino por negarse a aceptar el cambio de alineación. El equipo lo dirigió Fernando Muro, el preparador físico, después de que el árbitro cambiara el acta. El presidente entró al vestuario y recitó la nueva alineación ante la sorpresa de los futbolistas. El capitán, Raúl Garrido, se encaró a él en la grada para pedirle explicaciones. "Ha sido una decisión soberana. Los motivos forman parte de nuestra privacidad", se limitó a decirle Pastor.

Garrido, de 33 años, capitán del equipo, solicitó ayer una investigación. "Nosotros no tenemos nada que ocultar. Los jugadores salimos siempre perjudicados. Somos siempre las víctimas. ¿Pero dónde está todo el mundo que hay detrás? Esto es un circo", afirmó.

El Barcelona B, que necesitaba ganar para clasificarse para la liguilla de ascenso a la Segunda División, perdió por 2-0. La supuesta prima no se cobró. Fuera quien fuera su destinatario.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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