VICENTE RAMBLA: Un perfil discreto y fiel

Vicente Rambla (Castellón, 1963) es ante todo un gestor que tiene entre sus activos la discreción y la fidelidad al poder establecido. La discreción, posiblemente, le viene de su condición de funcionario del cuerpo superior de inspectores de Hacienda. El PP, tras la llegada de Eduardo Zaplana a la presidencia de la Generalitat, le reclutó en 1995 como director general de Régimen Económico de la Consejería de Sanidad. Entre 1997 y 1999 fue el delegado de la Agencia Tributaria en la Comunidad Valenciana. Puesto que abandonó para entrar en la política por la puerta grande. Zaplana lo nombró consejero de Economía en su segunda legislatura, cargo que le colocó entre la lista de delfines que podían suceder al ahora portavoz en el Congreso al frente de la Generalitat. No fue así, pero acabó la legislatura con Olivas y Camps decidió mantenerlo, aunque no al frente de la misma cartera. En esta legislatura ha permanecido hasta ayer al frente de la cartera de Sanidad, donde ha probado su fidelidad a Camps y se ha tragado más de un sapo para no discutir con el titular de Economía, Gerardo Camps. Ahora asume el puesto de portavoz del Consell donde, con toda seguridad hoy será bien recibido.