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Las obras de la carretera variante de la M-501 perforan un acuífero

La empresa constructora dice que "estaba previsto" y que "es normal"

Daniel Verdú

El grupo ecologista Sierra Oeste Desarrollo Sostenible, denunció ayer que las obras de construcción de una carretera variante de la M-501 a su paso por Pelayos de la Presa han perforado uno de los acuíferos más importantes de la zona. La variante de Pelayos de la Presa tiene un coste de 10 millones de euros y supone más de seis kilómetros de nuevo trazado, con dos glorietas que enlazarán con el recorrido actual de la M-501 (la denominada carretera de los pantanos). El pasado febrero, la misma asociación ecologista ya denunció la tala de 500 árboles y pidió la paralización de las obras. El Tribunal Superior de Justicia desestimó la petición.

Ahora la perforación, de unos cinco metros, ha topado con un acuífero que provee, entre otros, a la fuente del pueblo, donde la mayoría de habitantes se abastece de agua mediante garrafas, dada la mala calidad del agua en la red que gestiona el Ayuntamiento directamente del pantano del Burguillo, según los ecologistas.

Concha Velasco, miembro de la asociación Sierra Oeste Desarrollo SOStenible, salió ayer a pasear por la zona de las obras y descubrió que el agua del acuífero en cuestión rezumaba por diferentes puntos de la superficie de la tierra donde se estaba excavando. "A todos los despropósitos de la obra de la M-501 ahora tenemos que sumar esto", denuncia.

Según Velasco, el agua que se escapa del acuífero mana por diferentes puntos, discurriendo por casi un kilómetro del nuevo trazado de la futura carretera. La asociación ecologista denuncia que el incidente se produce con el agravante de que éste es un año de sequías acumuladas que han bajado los niveles freáticos, con lo que en años de mayor pluviosidad este tramo de carretera que va en trinchera rezumará agua constantemente. En invierno además, según la asociación, se convertiría en una zona con alto riesgo de formación de placas de hielo.

La Comunidad de Madrid, tras conocer la noticia, se puso ayer en contacto con responsables de la empresa que realiza las obras. Éstos alegaron que lo sucedido es "algo normal" en una obra de esas características y que la perforación del acuífero estaba prevista. Según la misma empresa, el agua que emana está siendo canalizada a través de la cuneta de la vía que se está construyendo. Además, recordaron que esta polémica obra cuenta con el visto bueno de la declaración de impacto ambiental.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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