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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Guilherme de Brito, poeta de la samba y pintor 'naif'

Compuso varias canciones con Nelson Cavaquinho

El pintor y poeta Guilherme de Brito murió el 26 de abril a los 84 años. Llevaba 26 días ingresado en una clínica de Río de Janeiro por problemas respiratorios agravados por un infarto.

Suyos son estos versos antológicos de la música popular: "Quita tu sonrisa del camino / Que quiero pasar con mi dolor". Se atribuyó su autoría a Nelson Cavaquinho hasta que éste acabó por confesar la verdad a un periodista. Guilherme de Brito recordaba que cuando se le ocurrió la idea no tenía papel a mano y deshizo un cigarrillo. Ya en casa añadió: "Hoy para ti yo soy espina / Espina no hiere a la flor / Sólo erré cuando junté mi alma a la tuya / El sol no puede vivir cerca de la luna". Raúl Moreno fue el primero en grabar aquella samba en 1957 aunque el éxito llegaría en 1965 con la grabación de Elizeth Cardoso.

A quienes le consideraban un poeta triste contestaba que "su vida de lucha y sufrimiento le marcó". No pudo estudiar ya que murió su padre. Su madre y él pasaban hambre y se puso a trabajar con 14 años como chico de los recados de Casa Edison, una empresa pionera en el mercado fonográfico brasileño; luego, y ya hasta la jubilación, fue mecánico de máquinas de calcular en la misma empresa.

Con Nelson Cavaquinho (19101986) compuso clásicos como Folhas secas, Juízo final, uando eu me chamar saudade, Pranto do poeta o la mencionada A flor e o espinho.

Sus sambas fueron grabadas por voces importantes: Paulinho da Viola, Clara Nunes, Elza Soares, Cartola o Beth Carvalho, su intérprete más asidua. La inolvidable Elis Regina grabó Folhas secas y el histórico Orlando Silva Palavra.

Publicó tres discos: dos de ellos Samba guardado (2001), con participación de Luiz Melodia y Cassia Eller, y A flor e o espinho (2003), con el Trío Madeira Brasil producidos por el también compositor y cantante Moacyr Luz.

Pintor naïf, Guilherme de Brito Bollhorst, nieto de alemán y nacido en el barrio carioca de Vila Isabel el 3 de enero de 1922, expuso sus cuadros en Brasil y Japón. En los años cincuenta su cuñado lo llevó a la Radio Roquete Pinto con el fin de que enseñara su canción Meu dilema al cantante Augusto Calheiros, que la grabó en un 78 revoluciones por minuto. "De día trabajaba y por la noche recorría emisoras para mostrar mis canciones", contaba.

Conoció a Nelson Cavaquinho en el bar São Jorge, en el suburbio de Ramos, yendo y viniendo de su trabajo. Se atrevió a enseñarle la primera parte de una samba y su nuevo amigo quiso terminarla. Eran el día y la noche: Cavaquinho, mujeriego y desorganizado, vivía con su guitarra en el bar; Brito, metódico y marido fiel, bebía con moderación. Beth Carvalho lo definió como una mezcla de Don Quijote y San Francisco de Asís.

En el año 2000, la pequeña ciudad de Conservatória, en la sierra fluminense, inauguró un museo en el que se conservan la primera carta de una fan, su primera guitarra, su primer cuadro y el primer caché que le pagó una radio que, pese a su precaria situación y por considerarlo un honor, nunca se gastó.

El poeta que pidió que le dieran flores en vida deja mujer doña Nena, Artemísia Figueiredo, con la que llevaba casado más de 60 años, dos hijos, cinco nietos y dos biznietos.

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