Los empleados de limpieza de Vitoria concluyen su huelga después de 10 días

Los empleados de la limpieza del Ayuntamiento de Vitoria decidieron ayer paralizar la huelga indefinida en protesta por la política de privatizaciones del consistorio y acordaron sumarse a los actos de protesta que va a organizar el comité de empresa de todos los servicios del Ayuntamiento. "Las privatizaciones afectan a todo el Ayuntamiento y, como consecuencia, el conflicto es de todo el Ayuntamiento", señalaron ayer en una nota para justificar su decisión. Los trabajadores acusan al consistorio de privatizar la limpieza de cuatro polideportivos, el complejo de Mendizorroza y la pista de hielo, lo que afectaría a 36 de los 330 empleados de este colectivo.

El comité de empresa destacó que la huelga de diez días llevada a cabo por los trabajadores de la limpieza ha sido "ejemplar, totalmente solidaria y de compromiso social".

El paro, que también era en demanda de un convenio colectivo "digno", obligó ayer a cerrar la práctica totalidad de los centros cívicos y polideportivos de la ciudad y tres escuelas infantiles. También fue clausurado el Teatro Principal por las malas condiciones de higiene en el que se encuentra, aseguraron fuentes del Ayuntamiento.

El consistorio confirmó los cierres, pero minimizó el seguimiento de la huelga general de ayer al cuantificarlo en un 10,6% de todo el personal, es decir 288 de los 2.700 empleados municipales. Para los convocantes, la secundó más del 80% de la plantilla.

Según el comité, funcionaron con servicios mínimos los bomberos, las residencias de jubilados y el centro de acogida social, mientras que en el servicio de la OTA sólo trabajó el 50% de la plantilla, y en el de cementerios el 30%.

El presidente del comité de empresa, Ramón Uriarte, denunció la "precariedad" de la plantilla municipal, las subcontrataciones de servicios como el de la limpieza, y la "inestabilidad" del personal, con más de un 30% sin contrato estable.

Por su parte, el teniente de alcalde Javier Maroto declaró que se trató de una "huelga política" y "vandálica", y negó que el Ayuntamiento esté privatizando servicios o haya despedido a trabajadores, como le acusa el comité. En un comunicado, el secretario general del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal, indicó que la huelga corresponde a "una manipulación interesada de la realidad" y consideró "impresentable" la actitud sindical, al ensuciar "a propósito" los edificios para agravar el conflicto.