"A esta selección no le falta de nada"
La selección española juega esta noche en Albacete (22.00 horas, TVE-1), contra Rusia, el primero de los tres amistosos previstos para preparar el Mundial de Alemania. El partido encuentra al seleccionador, Luis Aragonés, metido en plena faena. En las cinco jornadas que lleva el equipo concentrado no ha habido entrenamiento que no le sirviera de ensayo para posibles formaciones y dibujos tácticos. La lesión de Salgado ha ofrecido una certeza en el laberinto. Hoy Sergio Ramos (Camas, 1986) será el lateral derecho titular. Lo hará regresando a una demarcación en la que no juega habitualmente desde hace un año, cuando dejó el Sevilla. Este detalle no parece preocuparle. Ni la crisis del Madrid -de la que salió reforzado- ni el Mundial, le han sacado de su natural estado de serenidad. Se le ve sonriente y bronceado, con mechas doradas, como de haberse pasado un año tendido en la playa.
"Tengo tantas ganas de robar el balón que a veces me precipito. Debo saber cuándo retenerme"
"Luis repite que hay que mirar mucho la pelota porque la silueta del contrario engaña"
Pregunta. ¿Qué le falta a España para hacer historia en un Mundial?
Respuesta. Un poquito de suerte para pasar de cuartos, Porque en cuanto a plantel siempre ha tenido grandes jugadores. A esta selección no le falta de nada: tiene jóvenes y veteranos y todos se complementan bien.
P .Hace un año llegó al Madrid y se pidió el viejo dorsal de Hierro. ¿A qué viene ese atrevimiento?
R. Siempre me atrevo a hacer ese tipo de cosas. Aunque luego te exijan algo grande.
Sé que esa no es una simple camiseta. Es un rasero muy alto. Y para mí es un orgullo defenderlo.
P. Usted toma decisiones osadas en todos los partidos. ¿No tiene miedo a meter la pata?
R. Los errores en el Madrid o en la selección tienen una repercusión que no existe en un equipo cualquiera. Siento que son riesgos que tengo que correr. Cuando firmé con el Madrid me comprometí a vivir con esos riesgos. No todos tienen esa suerte.
P. ¿Cómo empezó a jugar?
R. Empecé yendo a ver a mi hermano René, que jugaba en el equipo del pueblo, en Camas. Con siete años él habló con el entrenador y empecé a dar mis primeras patadas. Jugaba de gato, con la ficha de otro, en un equipo de jugadores de nueve. Cogí picardía.
P. ¿Y qué pasó con René?
R. Le gustaba más divertirse, la fiesta. Tenía la edad mala. Con 16 o 17 años mi padre le dio a elegir y decidió dejarlo. Hoy tengo la gran suerte de tenerlo a mi lado y él sabe diferenciar.
R. ¿Se siente el hijo futbolístico de Alfaro y Navarro?
P. Siempre me ponía con ellos en las habitaciones y en los viajes. En un partido no es lo mismo tener a un canterano al lado que a Pablo Alfaro. Siempre se habló de lo malas personas que eran por la forma que tenían de jugar. No los conocían. Son encantadores. Me enseñaron a posicionarme, a estar en línea, a estar concentrado, a saltar cubriéndome... Esto no es Segunda B y esos consejos me han valido para toda la vida.
P. ¿Le enseñaron a ir duro?
R. Hay que marcar el territorio y hacerse respetar. Esto no quiere decir que mates a uno, pero los delanteros tienen que saber a qué atenerse. Si les tienes que dar una patadita se la das. Sin ninguna mala intención, buscando el balón. Pero debe saber que estás ahí.
P. Luis le prefiere como lateral. ¿Usted qué piensa?
R. Para mi el Mundial es lo máximo. El puesto es lo último en lo que pienso. Lo que quiero es jugar, aunque está bastante difícil porque está Michel. Es admirable la fuerza que tiene para competir.
P. ¿Cambia mucho su función en la banda?
R. Es menos arriesgado. En el centro de la defensa haces un mal recorte, pierdes la pelota y generas una ocasión de gol para el contrario. Al costado tienes más libertad para subir. Tienes más opciones de llegar a gol pero los interiores suelen ser los más rápidos y para frenarlos tienes que tener una buena preparación física. En el medio igual lo disimulas.
P. ¿El duelo con el extremo es más entretenido?
R. Defender no divierte tanto. Te diviertes cuando te escapas para arriba, si te hacen la cobertura. Si tienes que volver porque atrás no se quedó nadie, no.
P. ¿La banda es un límite o una ventaja para el que ataca?
R. No creo que defender en banda sea más sencillo. Los extremos te esperan más. O los encimas para que no reciban o tienes problemas. También tienes que estar atento en el cambio de orientación para que no te cojan la espalda. Cuando eres central los delanteros tienen menos posibilidades de cogerte sin que los veas venir.
P. ¿Luis quiere que suba o que se quede atrás?
R. Quiere que suba. Lo que ocurre es que en un sistema como el que ensayamos, de 4-3-3, tengo que dosificarme porque la banda es toda para mí.
P. ¿No se siente demasiado impulsivo para jugar en el centro de la defensa?
R. Sí, es algo que tengo que ir aprendiendo. A veces tengo tantas ganas de robar el balón que me pasa factura. El oficio de central te lo dan los minutos. Cuantos más partidos tienes más aprendes a medir, a saber cuándo tienes que ir y cuándo te tienes que retener para llegar en el momento justo a cortar el balón.
P. Luis lamenta que los defensas españoles no miren el balón.
R. Él repite que hay que mirarlo mucho porque el balón no engaña. Si miras la silueta del contrario te puedes equivocar.
P. En Sevilla habrá aprendido contra muchos virgueros.
R. No es tan así. Hoy a donde vayas te pegan un caño.
P. Pero en Sevilla hay más extremos que en ningún lugar de España: Reyes, Navas, Joaquín...
R. Hay mucho jugador técnico, de barrio, de futbito. Pero también hay cagones que con la primera patada se vienen abajo.
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