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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Claude Pieplu, "militar y gastrónomo", según Buñuel

Trabajó en más de 140 obras de teatro

Los actores, en el teatro, son más una voz que un rostro. Les vemos de lejos, bajo capas de maquillaje y postizos deformantes. Lo único suyo es la voz, incluso cuando la impostan. En el cine el escalpelo de la imagen fotográfica nos devuelve a una apariencia única y es difícil escapar a ella. Claude Pieplu, que había nacido en París en 1923 y murió ayer en la misma ciudad, a los 83 años, había interpretado más de 140 obras de teatro.

La mayoría de ellas de autores contemporáneos o, al menos, desde 1975, cuando se declaró "militante de un teatro vivo". Lo hizo por ecología cultural, porque soñaba con un teatro capaz de convertirse "en nuestro medio ambiente". Y en todas esas obras, hiciese el papel que hiciese, resonaba su voz inconfundible, la misma que hizo célebres unos pájaros surrealistas, los Shadoks, que entre 1968 y bien entrados los setenta, "celebran todo lo que se mueve y pintan el resto".

En el cine nunca fue protagonista y siempre, es decir, en unas cuarenta oportunidades, secundario. Pero en Le charme discret de la bourgoisie, de Luis Buñuel, fue mucho más que eso porque su personaje de oficial que perora, enfático, que habla de vinos y manjares con idéntica grandilocuencia que de movimientos de tropa envolventes, ha quedado en la memoria de los cinéfilos. Al final, en medio de un ataque inopinado, de explosiones y metralla, Pieplu, refugiado debajo de una mesa, conseguía lo que sus compañeros de reparto no lograban a lo largo de toda la cinta: comer.

Claude Miller también le dio un buen papel en La meilleure façon de marcher, una comedia agridulce en la que el actor dirigía una residencia dedicada a colonias juveniles.

Pieplu, hijo de cocinero, comenzó a trabajar en el teatro en 1944 pero sus primeros éxitos no los obtuvo hasta 1956. Antes había trabajado en un banco, como chico de los recados, y siempre recordaba esa experiencia asegurando que "la banca es una escuela de teatro grandiosa".-

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