Cabo Verde hace ceder a Senegal

Tras una tensa negociación, las autoridades senegalesas han aceptado readmitir a 58 subsaharianos que, a principios de este mes, zarparon de Dakar rumbo a Canarias en un pesquero oxidado, Awaid 2, tripulado por cinco mauritanos.

La embarcación se averió y empezó a dar tumbos entre islas del archipiélago de Cabo Verde, a 400 kilómetros al oeste de Senegal, hasta que fue interceptada por un guardacostas caboverdiano que la escoltó hasta el puerto de Praia.

Allí, pasajeros y tripulantes permanecieron dos semanas confinados a bordo, custodiados por la policía, mientras unos operarios reparaban el buque.

Julio Lopes Correia, el ministro del Interior caboverdiano, anunció que cuando estuviera arreglado el pesquero sería conducido a aguas internacionales, no muy lejos de la costa de Mauritania, pese a las protestas de alguna ONG que advirtió de que se pondría así en riesgo la vida de los ocupantes de la embarcación. Lopes Correia insistió en que carecía de medios para repatriarles a sus países.

Después de haberse mostrado reacio, Senegal aceptó finalmente negociar con Cabo Verde y el pasado fin de semana dio su visto bueno a la readmisión del puñado de senegaleses, malienses, guineanos, gambianos, marfileños y demás embarcados.

Escoltados, de nuevo, por un guardacostas caboverdiano y con una docena de policías a bordo para impedir que se desviasen de su ruta, el pesquero zarpó de Cabo Verde. Una vez en Dakar serán devueltos a sus respectivos países.