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Una banda atemoriza Moratalaz tras el 'secuestro exprés' de tres vecinos en 15 días

Dos de los asaltados estuvieron retenidos cuatro horas en el maletero de sus coches

Un grupo de delincuentes tiene atemorizados a los vecinos de una urbanización de Moratalaz. No es extraño: en los últimos 15 días, tres vecinos han sido asaltados en el garaje de sus casas y, tras pasar varias horas secuestrados en el maletero de su coche, los atracadores han sacado dinero de sus cuentas bancarias. El pasado día 9, Alejandro Matilla, de 59 años, estuvo cuatro horas en el maletero pensando que sus secuestradores iban a tirar el coche al fondo de un embalse. Al día siguiente, otro vecino sufrió una experiencia similar. Y el jueves pasado, un tercer residente en la zona fue abordado en el aparcamiento de su coche. Los secuestradores actúan de forma improvisada y sin elegir a las víctimas.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía confirmaron ayer que en al menos tres vecinos de Moratalaz han sido secuestrados durante unas horas por una banda con la intención de sustraerles dinero de la cuenta bancaria. La urbanización donde han ocurrido los tres secuestros exprés está entre las calles de Valdebernardo y de Luis Hoyos Sáinz, en Moratalaz. En ella viven personas de clase media, en su mayoría funcionarios, ya que los pisos los construyó el antiguo Ministerio de Obras Públicas (Mopu).

Alejandro Matilla, funcionario de 59 años, aún está de baja laboral después de sufrir un secuestro hace dos semanas. Ahora se recupera del susto en casa, al lado de su esposa Rosalía. El 9 de mayo, Matilla tenía que haber pasado la mañana en su oficina, en su puesto de funcionario del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex). Sin mayores sobresaltos. Pero entre las 7.45 y las 12.15 Matilla fue asaltado en el garaje de su casa por tres hombres -"con acento suramericano, como el de los canarios"- que le metieron a la fuerza en el maletero de su coche.

Navaja al cuello

La pesadilla comenzó a primera hora de la mañana, cuando el funcionario Matilla, como todos los días, bajó por el ascensor hasta su garaje (de tres plantas y con 170 plazas) para coger el coche. "No tosas", le amenazaron tres hombres, que le habían esperado agazapados entre dos vehículos. "Me los encontré al ir hacia mi coche. Uno de ellos me puso una navaja en el cuello con una mano y con la otra me tapó la boca. Los otros dos llevaban pistolas", contó este vecino mientras fumaba con algún temblor un cigarrillo. Matilla recuerda todo: la luz del garaje apagada, las manos a la espalda, la cinta adhesiva, el golpe contra el suelo y, finalmente, cómo le metieron a la fuerza en el maletero. Luego, la oscuridad y la angustia.

Los secuestradores arrancaron el vehículo de Matilla y dejaron entre el asiento trasero y el maletero una pequeña rendija para poder amenazar a su víctima. Los asaltantes le acribillaron a preguntas sobre la utilidad de las tarjetas de crédito que le habían quitado. "¿Qué es esto de la tarjeta de Unión Fenosa?". "¿Tienes tarjeta de Mastercard?". "¿Qué banco utilizas?". "¿Dónde tienes la tarjeta de ese banco?". "¿Cuál es el número secreto?".

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Desde el maletero, la víctima notó que el vehículo hizo cuatro paradas. Luego, al hablar con el banco, ha sabido que en la primera parada los secuestradores pararon en un cajero automático y sacaron 700 euros de su cuenta bancaria. También le robaron las de crédito, pero aún desconoce qué cantidad.

Sobre las 12.15, los secuestradores volvieron a dejar el coche con Matilla dentro del maletero en el mismo garaje donde le habían secuestrado, pero en otra plaza. "Dejaron una rendija entre el asiento trasero y el maletero; empujé y escapé por ahí", contó. Los asaltantes tuvieron el mismo detalle con S. P., de 68 años y vecino de la calle de Valdebernardo. Él prefiere no dar su nombre por si volviesen los asaltantes, que le mantuvieron también cuatro horas retenido dentro del maletero de su automóvil. Ocurrió el jueves pasado, en la misma urbanización de Alejandro Matilla, pero en otro garaje. "No está bien decir esto... pero no se portaron mal del todo. Me dejaron el respaldo del asiento trasero medio abierto y me dijeron antes de irse: 'A ver si puedes salir por ahí...", contó este hombre. A él le han quitado 600 euros de la cuenta bancaria por el mismo sistema y, en la pesadilla del secuestro, los asaltantes amenazaron a su familia. "A mí me dejaron en la calle, no en un garaje", explicó.

Otro vecino, M. S., de 62 años, que también prefiere quedar en el anonimato, estuvo retenido el pasado día 10 durante una hora en el maletero. Como los otros dos, ha puesto denuncia en la comisaría de Moratalaz por lo sucedido. Su secuestro ocurrió un día después del de Alejandro Matilla y en el mismo garaje. "Volvía de trabajar a las seis de la mañana y me estaban esperando al lado de mi coche", relató esta víctima. A él le han quitado 1.200 euros de dos cuentas bancarias. "Me intimidaron con cuchillos y con una pistola. Simulé que me daba un ataque al corazón, pero no coló. Luego, tras robarme, dejaron el coche en el garaje dejándome encerrado en el maletero", señaló. Escapó por el asiento trasero.

A estos tres secuestros exprés hay que sumar otro ocurrido también en mayo, el pasado día 4. Un vecino de Barajas fue secuestrado durante siete horas para desvalijarle la casa.

"¡Vamos a matar al viejo!"

El momento más angustioso que recuerda Alejandro Matilla de su secuestro exprés fue cuando, desde la oscuridad de su maletero, escuchó cómo uno de los asaltantes le decía a otro: "¿Y ahora qué vamos a hacer con este hijo de puta?".

"Ya me habían robado y pensé que entonces me iban a matar. Creí que iban a incendiar el coche o a tirarlo al fondo de un embalse o por un barranco. Luego pensé que si tenía suerte a lo mejor dejaban el vehículo en un descampado", contó ayer este funcionario.

Matilla también se angustió un momento en el que empezó a hacer muchísimo calor dentro del maletero. Le alivió el frío procedente de un bidón de líquido de parabrisas.

Durante el secuestro, el funcionario captó frases sueltas a sus captores: "¡Tío, tío, mira, la policía!", "Oye, tío, ¿vamos para el Pilar o no vamos?". Supuestamente se referían al barrio del Pilar.

M. S., de 62 años, también pensó que iba a morir. "Sobre todo cuando escuché: '¡Vamos a matar al viejo!", explicó este hombre. Él sale de trabajar a las seis de la mañana y el día del secuestro llamó a su mujer para decirle que ya iba para casa. "Mi mujer, al ver que tardaba tanto, llamó a la policía y les dijo además que el día anterior habían secuestrado a otro vecino. Pero el agente le dijo que no se preocupase, que seguro que me había ido a tomar algo con algún compañero".

Matilla describe a sus asaltantes como hombres de entre 20 y 25 años, delgados y con gorros en la cabeza. M. S. también recuerda a uno con un gorro negro con letras blancas.

A ambas víctimas, los secuestradores les quitaron de un manotazo las gafas. A Matilla, además de los 700 euros sustraídos de la cuenta bancaria, los asaltantes le robaron su monedero, su bolsa de mano y el teléfono móvil. M. S. cree que ya no va a recuperar ni el móvil, ni las gafas, ni su reloj, ni su alianza. "También me quitaron una cadena de oro con una medalla de escapulario y una cruz de Caravaca", concluye.

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