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La reforma de la Gran Via de L'Hospitalet se prolongará en el futuro hasta el río Llobregat

El Ayuntamiento y Obras Públicas se comprometen a continuar con la reforma de la C-23

La reforma de la Gran Via a su paso por L'Hospitalet, obra que se está ejecutando en la actualidad, se prolongará en el futuro hasta el río Llobregat. El alcalde de L'Hospitalet, Celestino Corbacho (PSC), y el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, el también socialista Joaquim Nadal, firmaron ayer un convenio que establece el compromiso de ambas administraciones de planear cómo proseguir la ordenación de la C-31 y su entorno en sus tres kilómetros de trazado hacia el límite con la localidad de El Prat, por donde pasa el río Llobregat.

El Consorcio para la Reforma de la Gran Via, que se ha hecho cargo de las obras actuales de cubrimiento de la avenida y de construcción de la plaza de Europa y su entorno, estudiará y presentará a finales de este año la nueva propuesta de ordenación de la zona. Por ahora se prevé deprimir la avenida en nuevos tramos, ampliar el distrito económico y crear zonas verdes en torno al río.

La futura reforma abarca unas 200 hectáreas, lo que representa el doble de la superficie en la que se trabaja ahora y el 17% del terreno de L'Hospitalet.

En la actualidad, el espacio en el que se efectuará la reforma viaria está ocupado por campos abandonados o con una actividad agrícola residual, algunas masías, las vías del tren, carreteras y accesos a la autopista y a las rondas.

A un lado de la autovía se erige el hospital de Bellvitge, y en el otro, el Duran i Reynals. El objetivo que se plantea también el Consorcio para la Reforma de la Gran Via es crear un parque biomédico en el que se instalen empresas dedicadas a la investigación científica y sanitaria. El Departamento de Salud y la Universidad de Barcelona ya están trabajando en el proyecto Bio Pol L'H, destinado a la formación de una nueva área asistencial y educativa que incluya la implantación de la industria dedicada a la biotecnología médica.

El soterramiento de las vías de Renfe de la línea de Vilanova, que podría empezar en 2008 y completarse en 2011, permitirá eliminar algunas de las barreras históricas de la trama urbana. Según Corbacho, se podrá cruzar la Gran Via sin obstáculos en nuevos tramos, siguiendo intervenciones similares a las de la plaza de Europa. Así mejorará la conexión entre los dos hospitales y los campus adyacentes. Las obras también lograrían la continuación del barrio de Bellvitge hacia el distrito económico y de la Rambla de la Marina hasta una futura plaza sobre la C-31. El resto de los terrenos se destinarán, según los planes iniciales, a zonas verdes. La ordenación de los viales posibilitará, explicó Corbacho, que "todo sea un continuo urbano y la ciudad avance hacia el río", donde se construirá un gran parque urbano.

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"En junio, los coches empezarán a circular por debajo de la zona cubierta de la avenida, cuyas obras finalizarán en diciembre. Nadal señaló: "Ahora atacamos un nuevo frente", en el que aseguró que el Gobierno catalán se implicará al máximo. La conversión de la Gran Via en un bulevar parecía en 1997 un sueño que ahora es una realidad", remachó Corbacho, que añadió que en el futuro también lo será que la Rambla de la Marina cruce la Gran Via.

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